Músicos e industria se preguntan cuál será su futuro, piden al Gobierno alguna respuesta y tratan de imaginar alternativas en un panorama cada vez más incierto para el sector
PUBLICIDADLa famosa escena de músical del Reino Unido está en crisis. Los artistas, sus fans y los locales que les acogen, se enfrentan a retos sin precedentes. Russell Watson es el canante de música clásica con más ventas del Reino Unido: "Reconozco y creo que todo el mundo reconoce que estos son días oscuros, pero tiene que haber algún tipo de mecanismo de apoyo, o algún tipo de directiva del gobierno para darnos una idea de cuándo y cómo podemos volver."
La banda de pop-punk The Undertones se ha visto obligada a cancelar un año de conciertos. "La otra cosa es que si los locales abren, pero requieren menos aforo, lo cual podría ser necesario, eso significaría, ya sabes, que las ganancias no serán tanto para el local y las bandas podrían tener que aceptar una tarifa menor también", explica su guitarrista Damian O'neill.
Antes de COVID-19, la industria de la música en directo rompió la barrera de los mil millones de euros de ingresos, sobre todo gracias al turismo. La diezma de la industria ha llevado a protestas de músicos independientes que han perdido una gran parte de sus ingresos sin ningún lugar donde tocar.
Los locales grandes y pequeños simplemente han cerrado sus puertas para estar seguro. El icónico Roundhouse de Camden, en Londres, es un ejemplo. El teatro ha acogido a todos, desde los Rolling Stones hasta Paul Weller y Amy Winehouse. Más de 3000 personas pueden apretarse allí de pie, casi 2000 sentadas. Pero por ahora esta en silencio.
En julio, el Gobierno ofreció un paquete de emergencia de más mil millones de euros para apoyar la cultura del Reino Unido. Ha sido bien recibido, pero la asignación para los locales de música en directo cubrió sólo una fracción de lo que se necesita. Los representantes de la industria dicen que tendrán que encontrar otras formas de continuar.
"Incluso en una experiencia limitada, podemos encontrar maneras de que un gran número de personas disfrute a través de un evento en directo con una audiencia limitada, además de retransmisiones en línea que otros también lo puedan disfrutar. Tal vez los artistas tendrán que dar más espectáculos de los que solían dar", opina esperanzado Mark Davyd, CEO de Venue Trust.