La ciudad alemana destinará 85 millones de euros para mantener en pie restos arquitectónicos del régimen nazi con el fin de que las nuevas generaciones no olviden lo sucedido.
PUBLICIDAD75 años después del final de la Segunda Guerra Mundial, los restos arquitectónicos del régimen nazi siguen siendo parte integral de la ciudad de Nuremberg. Pero algunos de estos testigos de piedra de la Historia del país se caen a pedazos. Es el caso de la tribuna del Campo de Zeppelin, donde se celebraron los congresos del Partido del Reich. De aquí a 2025 se inyectarán 85 millones de euros para mantener en pie los edificios deteriorados por el paso del tiempo y preservar la memoria histórica.
Julia Lehner es la responsable de cultura y segunda alcaldesa de la ciudad de Nuremberg: "Este sitio es el que llamamos 'lugar de los perpetradores', Aquí es donde se celebraban los congresos del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. Aquí es donde la llamada Volksgemeinschaft ("comunidad del pueblo") juró lealtad a la ideología del Reich. Aquí es donde se sentaron las bases de lo que más tarde se resumió en las leyes raciales. Desde aquí partió el camino que condujo al exterminio, a la exclusión y finalmente a la Shoah."
Arquitectura para intimidar
A pocos metros del Campo Zepelín se encuentra el inacabado Coliseo (Sala de Congresos), diseñado para "intimidar y fascinar". Hoy en día alberga el "Centro de Documentación del Partido Nazi". Florian Dierl, Director del Centro de Documentación, asegura que los edificios que aún existen hoy en día son un documento de la era Nacional Socialista. "Esto significa, afirma, que como reliquias arquitectónicas, representan la imagen ideal que el régimen nacionalsocialista tenía del Tercer Reich".
Los responsables de la ciudad de Nuremberg aseguran que no habrá ninguna restauración o reconstrucción del sitio. Su objetivo es asegurar que siga en pie para que las futuras generaciones conozcan mejor esa parte tan dramática de la Historia de su país.