Preparándose a marchas forzadas para un Brexit sin acuerdo

Tic tac. Se acaba el tiempo para alcanzar un acuerdo de Brexit. A uno y otro lado del canal de la Mancha, las cadencias se aceleran para tratar de prepararse para la perspectiva estremecedora de una ruptura brutal entre el Reino Unido y la Unión Europea.
Si eso ocurre, en el puerto belga de Zeebrugge pasarán de revisar unos pocos camiones a más de ochenta, cuyos cargamentos tendrán que escanear uno por uno.
Preparándose para los aranceles y la burocracia
La empresa logística ECS-2XL, que suministra productos europeos a los británicos, lleva 18 meses imaginando cómo hacer frente a los posibles aranceles y a las toneladas de burocracia que se les vienen encima.
"Todavía estamos tratando de prepararnos para las dos posibilidades, acuerdo o no acuerdo. Dos escenarios diferentes, que precisan información diferente", explica Charlotte Daneels, responsable de integración de la cadena de suministro de ECS-2XL.
La empresa se ha puesto incluso en contacto con funcionarios de aduanas jubilados, para preguntarles cómo funcionaba el transporte marítimo antes del mercado único europeo.
Empresas británicas acaparan suministros
En el puerto, los barcos parten cargados de productos en dirección al Reino Unido. Las empresas británicas están acaparando suministros por miedo a las barreras comerciales y al desabastecimiento.
"Habrá camioneros que lleguen de países como Rumanía o Italia sin saber nada o casi nada y sin los papeles preparados", avanza Patrick Van Cauwenberghe, un responsable del puerto de Zeebrugge.
El posible caos que roba el sueño a los camioneros: "Yo no volveré a Inglaterra"
En Calais, a la entrada del túnel bajo el Canal de la Mancha, los camioneros tiemblan ante la perspectiva de tener que soportar enormes atascos y retrasos recurrentes a partir del próximo 1 de enero.
"De un día para otro no se pueden cambiar las reglas. Es imposible. Yo no voy a volver a Inglaterra. Voy a regresar a Grecia y hablar con mi jefe para decirle que nunca más", asegura el camionero griego Ioannis Arabatzis.
Tras medio siglo de estrecha integración económica, el reto del Brexit se parece cada vez más a un salto al vacío.