Recomienda que los profesionales sanitarios se hagan una prueba de coronavirus antes de su salida.
La Comisión Europea ha pedido a los estados miembros levantar las prohibiciones de viajar desde o al Reino Unido para garantizar el libre tránsito de ciudadanos y los viajes esenciales.
En un comunicado, el comisario de justicia Didier Reynders les ha llamado a coordinar sus acciones para desanimar los viajes no esenciales. Pero sostiene que las prohibiciones totales no deberían impedir a miles de ciudadanos de la Unión Europea y del Reino Unido regresar a sus hogares.
Bruselas reacciona así después de que muchos países europeos suspendieran los viajes aéreos o ferroviarios a territorio británico para contener la propagación de la nueva cepa de coronavirus aparecida en él.
Francia reabre sus fronteras
Francia, que había cerrado todas sus fronteras con el Reino Unido, ya ha respondido permitiendo desde este miércoles el regreso al país de franceses o personas residentes en Francia o en otro país de la Unión Europea o que deban realizar un desplazamiento indispensable. También a todo el personal relacionado con el tráfico de mercancías. Tal y como ha recomendado el ejecutivo comunitario, todos ellos deberán disponer antes de partir de una prueba con resultado negativo PCR o de antígenos. París exige además que el test detecte la nueva variante del virus.
Irlanda se desmarca
Bruselas recuerda que hasta el 31 de diciembre, el principio de libre circulación de ciudadanos de la Unión sigue aplicándose al Reino Unido. A partir de entonces, se podrán prohibir los viajes no esenciales al convertirse en un tercer país país respecto al bloque comunitario.
Irlanda ha decidido ignorar estos consejos y ha prolongado hasta fin de año la suspensión de los vuelos con sus vecinos, aunque mantiene las numerosas conexiones marítimas. Hace falta aclarar qué pasa con esta variante del virus, ha explicado el ministro de transportes.