Se les exige el pago de unos cheques de 2000 dólares a las familias más desfavorecidas por la crisis derivada de la pandemia.
La congresista y presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi se encontró este viernes en su casa de San Francisco con un desagradable regalo de Año Nuevo. Varios vándalos habían pintado el la puerta de su garaje, en el que dejaron también una cabeza de cerdo.
Las pintadas cargaban contra la no aprobación en el Congreso de unos cheques de 2000 dólares (unos 1650 euros) para los ciudadanos más afectados por la crisis derivada de la pandemia. "Cancela el alquiler. 2000, lo queremos todo", podía leerse en las paredes de la residencia de Pelosi, curiosamente una de las políticas más a favor de estos cheques.
La demócrata no fue la única víctima de estos ataques. También el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, en cuya residencia en Louisville, Kentucky, podía leerse "Dónde está mi dinero" y también "Mitch mata a los pobres". McConnell ha sido uno de los principales opositores a la aprobación de estas ayudas, impulsadas en su momento por Donald Trump, que no contó finalmente con el apoyo de su propio partido.