La UE controlará las exportaciones de vacunas de Pfizer y AstraZeneca

La Unión Europea se impacienta con las empresas farmacéuticas que le suministran la vacuna del coronavirus. Tanto Pfizer-BionTech como AstraZeneca están en el punto de mira de Bruselas porque sus explicaciones de por qué han ralentizado su entrega de dosis no le resultan convincentes.
Europa cree que ambas compañías podrían estar incumpliendo los contratos que les comprometen a proporcionar 1.000 millones de dosis en total.
La presidenta de la Comisión anunciaba la creación de un mecanismo de control: "Europa ha invertido miles de millones para ayudar a desarrollar las primera vacuna contra la Covid del mundo y crear un verdadero bien común. Ahora las empresas deben cumplir. Tienen que cumplir sus obligaciones y eso es por lo que vamos a implementar un mecanismo de transparencia de exportaciones. Europa está decidida a contribuir al bien común", explicaba Ursula Von Der Leyer.
La UE no puede probar ninguna de las sospechas que tiene porque dichos contratos no prevén ningún mecanismo de escrutinio, y espera que este control pueda regular el suministro.
"No se trata de Europa primero, es que Europa tenga lo justo, una proporción justa, y es por ello, en mi opinión, que tiene sentido que impongamos restricciones a la exportación, que las vacunas que salgan de Europa necesiten autorización", matizaba el ministro de Sanidad de Alemania, Jens Spahn.
Esto es en cierto modo el fin del idilio de la Unión Europea con estas dos farmacéuticas, que han pasado de héroes a villanos en apenas semanas. Las autoridades comunitarias sienten la presión procedente de la población del continente y de los Gobiernos nacionales, que han tenido que modificar sus planes de vacunación por los retrasos en el reparto.