El caso ha despertado un conflicto dentro del Gobierno de coalición del Partido Popular con los Verdes, ya que este último habría preferido que se buscara "una solución más humana" para las niñas obligadas a volver a un país que apenas conocen
La política de asilo vuleve a abrirse a debate en Austria tras la polémica deportación el pasado jueves de una familia a Georgia, en plena noche y con una gran operación policial.
"Al principio vi a mucha gente y a policías que arrastraban a estas personas, que las tiraban al suelo", relata Tina. una de las dos niñas austriacas deportadas a Georgia con sus padres.
Las hermanas han vivido más de una década en Austria, sin embargo a sus padres, de origen georgiano, les fue denegado el derecho de asilo en 2019. Tras un proceso de siete años, las autoridades consideraron que prevalece el interés del Estado en garantizar el respeto a su ley en detrimento del derecho humano a la vida privada y familiar de esta familia.
"Me preocupa que los padres de estos niños los hayan llevado a esta situación. Que los padres hayan abusado deliberadamente del derecho de asilo. Hubo numerosos procedimientos de asilo negativos contra ellos", justifica el ministro del interior Karl Nehammer.
Fricciones en la coalición de Gobierno con los Verdes
El caso ha despertado un conflicto dentro del Gobierno de coalición del Partido Popular con los Verdes, ya que este último habría preferido que se buscara una solución más humana para esta familia, como explicó el Ministro de Asuntos Sociales Rudolf Anschober.
Ya integradas en el país, las jóvenes estudiantes han sido forzadas a dejar su escuela y volver a un país que apenas conocen y del que ni siquiera hablan el idioma.
Sus compañeros y amigos acudieron al centro de detención a darles su apoyo. "Aunque no sea austriaca sobre el papel, es un miembro perfectamente integrado en nuestra sociedad, con muchos amigos, una buena estudiante, una familia y su vida aquí en Austria. Por eso nos entristece que la deporten a un país con el que no tiene relación alguna", dice uno de ellos.
Las organizaciones defienden que Austria no está obligada legalmente a deportar a personas sin permiso de estancia. Sin embargo, el Ministerio del Interior denuncia que la familia llevaba cuatro años en el país de forma ilegal.