Cuando los desfiles de las escuelas de samba son sustituidos por filas de coches para recibir la vacuna contra la Covid-19. Ese es el panorama del Sambódrono de Río a punto de comenzar el carnaval.
El carnaval está a la vuelta de la esquina, pero las gradas del Sambódromo de Río de Janeiro permanecerán vacías. La pandemia de covid-19 ha transformado el templo del carnaval de Río en un centro de vacunación para los ancianos, que les permite vacunarse sin bajarse del coche.
Una decisión razonable según el enfermero y profesor universitario Paulo Roberto Machado:
"Normalmente este es un lugar para el placer, y en cierta manera lo sigue siendo hoy ya que se pone a disposición de las personas con dificultades para acceder a los lugares habituales de vacunación. Pueden venir aquí de forma organizada, son personas que tienen más de 90 años, que son vacunadas dentro de su coche"
Hay nueve puntos en la ciudad para que las personas con movilidad reducida se vacunen sin bajarse del coche, pero sólo los sábados, durante la semana la única opción es el Maracaná. Además, hay cerca de 250 centros de vacunación en Río de Janeiro.
La campaña de inmunización sigue en marcha en Brasil y más de 3,5 millones de personas ya han recibido la primera dosis de la vacuna en el país.