Kósovo | La izquierda nacionalista triunfa prometiendo cambios radicales. El partido Autodeterminación, liderado por Albin Kurti, se presenta como la alternativa a las élites kosovares y se compromete a acabar con la corrupción
'Autodeterminación'. Así se llama el partido nacionalista de izquierdas que se ha impuesto con contundencia en las elecciones en Kósovo. Su promesa, erradicar la corrupción en este país, carcomido por la pobreza y la continua inestabilidad política.
Esta formación, encabezada por Albin Kurti ha conseguido más del 48 % de los votos, duplicando el apoyo que tenía.
"Estoy aquí para celebrar la liberación de nuestro Gobierno y nuestro pueblo", decía el domingo por la noche uno de los muchos seguidores que salieron a la calle a celebrar la victoria.
"Creo que se ha hecho justicia. Ha llegado el momento de que la persona adecuada dirija el país", añade una mujer.
Albin Kurti, que pasó dos años preso en las cárceles serbias, acusa a las élites kosovares de haber dilapidado con corrupción y mala gestión los primeros años de independencia del territorio.
"Hemos ganado este referéndum por la justicia, por el empleo y contra la corrupción -dijo Kurti-. Es algo inédito desde la guerra".
Pese a su rotunda victoria, la formación de Gobierno se anuncia complicada, pues al no contar con mayoría absoluta tendrá que negociar con las otras formaciones, entre las que existen grandes rivalidades.
En segundo lugar, con el 17 % de los votos, ha quedado el Partido Democrático de Kósovo, surgido de la guerrilla separatista que luchó contra Serbia. Y en tercer lugar, la conservadora Liga Democrática de Kósovo, actualmente en el poder, que solo ha obtenido el 13 % de los sufragios.
El futuro Gobierno tendrá como reto mejorar la maltrecha economía, agravada por la pandemia. El desempleo entre los jóvenes supera el 50 %.
Otro capítulo pendiente es la normalización con las relaciones con Serbia, que más de 20 años después del final de la guerra sigue sin reconocer la independencia de su antigua provincia.