Se apaga Klubradio, una de las voces críticas con Orban en Hungría
Se apaga la voz de Klubradio en Hungría. El pasado domingo realizó su última emisión después de que las autoridades le retiraran la concesión de su frecuencia por no haber enviado a tiempo informes solicitados por el Gobierno hace cinco años. Klubradio era una de las pocas voces críticas en Hungría con el Ejecutivo de Viktor Orban, y hay quien califica el cierre de acto encubierto de censura. Para András Arató, presidente de Monográf, la compañía que opera Klubradio, no hay ninguna duda:
"Hay otros tres canales de radio que cometieron los mismos "horribles pecados" que nosotros en el mismo periodo. Pero aun así recibieron la ampliación de su frecuencia con mucha facilidad. Por eso pensamos que fue una discriminación y que el Consejo de Medios de Comunicación mintió al decir que no tenían derecho a ampliar el uso de las frecuencias", explica.
Durante meses, Klubradio ha batallado en distintas instancias para mantener su licencia de difusión. Sus peticiones se estrellaron ante el Consejo de Medios de Comunicación, que finalmente suspendió el concurso de distribución de licencias tras la apelación de una agencia de comunicación respaldada por el Gobierno. El martes de la semana pasada fue la Justicia la que le dio la última puntilla: un Tribunal de Budapest desestimó el último recurso presentado por Klubradio, forzando su cierre al llegar la medianoche del domingo 14 de febrero.
Este lunes, una pareja de ancianos lamentaba con tristeza el silencio de su emisión favorita:
"Nos despertábamos todos los días a las 6 de la mañana con la voz de Klubradio, y la escuchábamos en la cama", explicaba Gábor Bajtz, pensionista.
A la espera de poder recuperar la frecuencia, sus periodistas buscan una tabla de salvación en el mundo digital:
"Espero que nos quedemos callados solo por un tiempo en la frecuencia analógica tradicional. Mientras tanto, nuestros oyentes recibirán en Internet exactamente el mismo producto y valor que antes. Y, por supuesto, tampoco dejaremos de luchar legalmente", afirma Mihály Hardy, redactor jefe adjunto de Klubradio.
La superviviencia se antoja difícil. Buena parte de los oyentes habituales de Klubradio son personas mayores ajenas al mundo digital o adultos que la solían escuchar en el coche.