Este martes decenas de migrantes de todas partes de Centroamérica realizaron una oración frente al paso fronterizo de Tijuana con Estados Unidos, para expresar su más ferviente deseo: llegar al otro lado de la frontera.
PUBLICIDADEncomendarse a Dios y a Joe Biden para llegar a Estados Unidos. Este martes decenas de migrantes de todas partes de Centroamérica realizaron una oración frente al paso fronterizo de Tijuana con Estados Unidos, para expresar su más ferviente deseo: llegar al otro lado de la frontera.
A pesar de que Washington ha reactivado las solicitudes de asilo, la mayoría de los asistentes de la concentración dicen no ser elegibles.
A finales de febrero, el presidente Joe Biden puso nuevamente en marcha el Protocolo de Protección de Migrantes, mecanismo que había sido bloqueado por Donald Trump durante su mandato. Sin embargo, solo los demandantes de asilo mexicanos pueden beneficiarse de este protocolo.
El giro de timón de la Casa Blanca parece no ser suficiente para aliviar la crisis migratoria. En el lado mexicano, los campamentos de desplazados se multiplican.
La nueva administración demócrata acerca posturas con México en materia de migración
El presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, mantuvieron el lunes una primera reunión cordial en la que ambos apostaron por relacionarse en pie de igualdad, después de cuatro años de altibajos en los lazos bilaterales.
Tanto Biden como López Obrador dieron señales de querer avanzar en la relación de forma pragmática, especialmente en materia de inmigración, donde hay más acuerdo: el líder mexicano ha aplaudido que el estadounidense detenga la construcción del muro fronterizo y el programa "Quédate en México".
En una declaración conjunta por escrito, los mandatarios se comprometieron a impulsar "políticas migratorias que reconozcan la dignidad de los migrantes y el imperativo de una migración ordenada, segura y regular".
El presidente Biden quiso dejar claro que aprecia a la población hispana de su país, de los que "el 60 % son mexico-estadounidenses, y son una parte integral de la historia" de la nación, subrayó ante López Obrador.