La sociedad civil sangra, pero no se rinde en Birmania. Miles de personas han vuelto a marchar en distintas ciudades del país para expresar su rechazo al golpe de estado perpetrado por el Ejército hace más de un mes y para exigir el retorno a un Gobierno democrático...
La sociedad civil sangra, pero no se rinde en Birmania. Miles de personas han vuelto a marchar en distintas ciudades del país para expresar su rechazo al golpe de estado perpetrado por el Ejército hace más de un mes y para exigir el retorno a un Gobierno democrático. Al menos 39 personas han muerto este domingo en la represión de las manifestaciones, elevando a más de 100 el número total de fallecidos desde que comenzaron las revueltas. La junta militar ha declarado la ley marcial en parte del país para acallar las protestas.
Según distintas denuncias, policías y militares no dudan en disparar con fuego real contra los manifestantes y por las noches penetran en viviendas y sacan en volandas a supuestos activistas prodemocracia a los que, en muchos casos, muelen a palos. La Junta Militar reconoce más de 1.800 detenidos.
El líder en funciones del gobierno civil depuesto por los militares ha hecho un llamamiento a "una revolución" para recuperar la democracia en Birmania.