La República Islámica ha comenzado las pruebas mecánicas de su centrifugadora nuclear más avanzada, aunque insiste en que su finalidad es puramente pacífica
Irán tensa la cuerda en plenas negociaciones para salvar el acuerdo nuclear.
La República Islámica ha comenzado las pruebas mecánicas de su centrifugadora nuclear más avanzada, la IR-9. Cuando esté operativa, tendrá la capacidad de enriquecer uranio a un ritmo más rápido.
El presidente Hasan Rohaní realizó el anuncio en la televisión estatal coincidiendo con el 15º "Día Nuclear" de Irán. "Por favor, inicien la operación de alimentación de gas de uranio a la nueva generación de centrifugadoras en el complejo de enriquecimiento de Natanz", dijo.
Irán también ha anunciado la puesta en marcha de una cadena de 164 centrifugadoras de otros dos tipos. Una estrategia que continúa con las violaciones del acuerdo suscrito en 2015 y del que Estados Unidos salió en 2018 durante la administración de Donald Trump.
Desde que en enero Irán comenzara a enriquecer uranio con una pureza de hasta el 20% ha ido intensificando su actividad nuclear, aunque insiste en que su finalidad es puramente pacífica.
Israel, sin embargo, acusa a Irán de intentar desarrollar armas nucleares.
Además, el Organismo Internacional de la Energía Atómica ha perdido capacidad de control por los límites impuestos por el parlamento iraní.