Una sentencia inusual en Turquía ha permitido a Melek Ipek volver a abrazar a sus hijas en libertad. Esta mujer de 31 años ha sido juzgada por matar a su marido maltratador. El tribunal ha considerado que lo hizo en defensa propia. Disparó a su esposo con una escopeta después de que este la esposara
PUBLICIDADUna sentencia inusual en Turquía ha permitido a Melek Ipek volver a abrazar a sus hijas en libertad. Esta mujer de treinta y un años ha sido juzgada por matar a su marido maltratador. El tribunal ha considerado que lo hizo en defensa propia. Disparó a su esposo con una escopeta después de que este la esposara y golpeara durante horas y amenazara con matarla junto a las pequeñas.
"Es increíble, es imposible de describir. Nunca quise que pasara esto. Gracias a todos los que me han apoyado y han estado a mi lado", acertaba a decir entre los aplausos de la multitud que la recibió a las puertas de la cárcel.
Cuando Melek Ipek fue detenida, la prensa publicó las fotos de su rostro desfigurado por la violencia que había sufrido. Estas imágenes y el relato de años de violencia y abusos por parte de su esposo sacudieron muchas conciencias en Turquía.
La sentencia, que ha sorprendido a más de un observador, tiene como telón de fondo la polémica desatada a raíz de la retirada de Turquía de la Convención de Estambul, un pacto paneuropeo para prevenir la violencia contra las mujeres. El presidente turco lo justificó alegando que iba en contra de los valores familiares y no se adaptaba a las costumbres locales.