Tras un año de aplazamiento por la pandemia la Conferencia sobre el Futuro de Europa se ha inaugurado oficialmente en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
PUBLICIDADTras un año de aplazamiento por la pandemia la Conferencia sobre el Futuro de Europa se ha inaugurado oficialmente en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Ha sido difícil porque los tiras y aflojas entre instituciones se prolongaron hasta el mismo viernes. Los desacuerdos hicieron temer incluso la cancelación del acto debido a la discusión sobre qué órgano será el encargado de redactar las conclusiones finales, si el consejo ejecutivo o el plenario del parlamento.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea se anticipó a las críticas habituales:"Soy consciente de que siempre hay escepticismo y cinismo allí donde Europa debate su futuro o lanza un proyecto de esta naturaleza, así que debemos asegurarnos de que no sea un ejercicio de política intelectual o un compromiso político cerrado. Tenemos que ser sinceros: la con ferencia ni es una panacea ni una solución para todos los problemas, y debemos escuchar todas las voces".
Considerado "el padre" de la idea de la Conferencia, el presidente francés Emmanuel Macron instó a la UE a que actúe con mayor rapidez en cuestiones esenciales:"Tenemos, aquí también, que reeencontrarnos con la eficacia y la ambición. Para ser capaces de afrontar las crisis, las adversidades, decidir con más rapidez y, sobre todo decidir con más fuerza. Celebro que los Estados Unidos de América se inspiren en Europa para convertirse en más solidarios en su sociedad o en el extranjero, deseo ardientemente que nosotros europeos, podamos inspirarnos en los estadounidenses para recuperar el gusto por el futuro y la velocidad."
En las conclusiones el consejo ejecutivo tendrá la última palabra, pero sus decisiones deben basarse en las recomendaciones del plenario del parlamento y, además, todas las instituciones involucradas deben estar de acuerdo.