21 may (Reuters) - El optimismo que desprendían informes sobre la economía europea publicados el viernes llevó al índice bursátil Ibex-35 a reconquistar los 9.200 puntos, con el apoyo adicional del alza de Wall Street.
El indicador del sondeo PMI de la eurozona, que se consideran un buen barómetro de la salud económica en la región, alcanzó en mayo su nivel más alto desde febrero de 2018, lo que llevó a los economistas a pensar que la fase aguda de la crisis del coronavirus se habría superado.
Con todo, predomina la cautela en las plazas financieras, ante la reciente caída de las criptodivisas y el temor a un repunte de la inflación que obligue a los grandes bancos centrales a poner fin a sus medidas de apoyo a las economías.
"En los últimos días la inflación y la caída de las criptodivisas han sido el detonante para un ajuste necesario en unas bolsas cercanas a máximos históricos. Lo cierto es que cuesta identificar nuevos catalizadores y no descartamos una fase de consolidación/corrección a lo largo de las próximas semanas", dijeron analistas de Bankinter en su informe diario.
El selectivo bursátil español Ibex-35 cerró con un alza de 79,70 puntos el viernes, un 0,87%, hasta 9.204,00 puntos, su nivel más alto desde el 26 de febrero de 2020, mientras que el índice de grandes valores europeos FTSE Eurofirst 300 subió un 0,60%.
En el conjunto de la semana, el Ibex-35 acumuló un alza del 0,64%.
En el sector bancario, Santander subió un 1,55%, BBVA se anotó un 2,36%, Caixabank avanzó un 1,98%, Sabadell ganó un 2,39%, y Bankinter se revalorizó un 1,38%.
Entre los grandes valores no financieros, Telefónica se anotó un 1,00%, Inditex avanzó un 1,50%, Iberdrola se revalorizó un 0,70%, Cellnex ganó un 0,88% y la petrolera Repsol subió un 0,85%.
El valor más destacado, a la baja, fue la empresa de tecnología Indra, que se dejó un 7,96%. Tras el cierre del mercado el grupo comunicó que el Gobierno español ha trasladado al consejo de administración del grupo de tecnología Indra la voluntad de destituir a Fernando Abril-Martorell de la presidencia.
El Estado español es el principal accionista de Indra a través del 18% que ostenta la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
(Información de Tomás Cobos)