El Museo Atómico Javor 51, el mejor y más sorprendente recuerdo de una época no tan lejana

El museo atómico Javor 51, en República Checa
El museo atómico Javor 51, en República Checa Derechos de autor Euronews
Por Euronews en español
Compartir esta noticiaComentarios
Compartir esta noticiaClose Button
Copia/pega el link embed del vídeo de abajo:Copy to clipboardCopied

Situado en el bosque de Bohemia, era uno de los principales centros de la antigua Checoslovaquia en armas nucleares.

PUBLICIDAD

Bajo los bosques de Bohemia, en República Checa, hay un gigantesca puerta de seis toneladas de peso que parece sacada de una película de James Bond. Tras atravesarla, uno entra en efecto en un lugar más propio de la ciencia ficción que de la realidad: el depósito de cabezas nucleares Javor 51. 

Entre 1968 y 1990 estuvo totalmente bajo el control del ejército soviético, que contaba con otros 24 depósitos nucleares similares en Europa del Este. El Javor 51, no obstante, es el único del mundo abierto al público.

Las cabezas nucleares de este lugar llevaban acopladas misiles balísticos de corto alcance Scud, Luna y Tochka, los cuales podían alcanzar desde este lugar ciudades como Múnich, Frankfurt o Stuttgart.

"Este era el lugar más vigilado y oculto de la antigua Checoslovaquia", cuenta el director del centro, Vaclav Vitovec. "Estaba protegido con tres perímetros donde los soldados disparaban sin previo aviso. Por encima había una zona de exclusión aérea que fue confirmada también por los pilotos supersónicos que visitaron este Museo Atómico".

El sinsentido de una era

Vitovec consiguió hacerse con este búnker para su Fundación Telón de Acero y en él ha levantado su peculiar Museo Atómico. Su principal objetivo es el de mostrar a la gente el sinsentido de un armamento que puede destruir el mundo.

Stanislav Novotny, experto en medios de comunicación y presente en nuestra misma visita, destaca como "es muy interesante ver el contraste entre la enorme cantidad de dinero que se gasta en la carrera armamentística y el insignificante dinero que se destina a la energía nuclear".

No le falta razón a Novotny, ya que durante la guerra fría, el arsenal con el que contaban los nueve países con capacidad nuclear habría sido capaz de destruir el planeta 18 veces. Visitar este lugar es en verdad la advertencia más eficaz posible para las nuevas generaciones.

Compartir esta noticiaComentarios

Noticias relacionadas

Un museo muestra los desplazados alemanes tras la II Guerra Mundial

República Checa registra un número récord de casos de tos ferina desde 1963

Agricultores checos bloquean el tráfico frente a la sede del Gobierno en Praga