Los talibanes se comprometen a luchar contra el terrorismo tras recibir más de mil millones de dólares de una la comunidad internacional que les mira con escepticismo.
Mientras los Talibanes agradecen la ayuda de más de 1000 millones de la comunidad internacional , esta se mantiene escéptica ante el temor de que Afganistán vuelva a convertirse en un refugio para los grupos terroristas más peligrosos del mundo. Según el acuerdo de Doha, los talibanes se comprometen a mantener a raya a cualquier organización peligrosa.
El Secretario de Estado de EEUU Antony Blinken ha declarado este martes ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado:
"Los talibanes se han comprometido a impedir que los grupos terroristas, incluidos el ISIS K o Al Qaeda, utilicen Afganistán como base para operaciones exteriores que puedan amenazar a Estados Unidos o a nuestros aliados. Les haremos responsables de ello. Eso no significa que vayamos a confiar en ellos. Mantendremos un esfuerzo vigilante para monitorear las amenazas y las capacidades antiterroristas robustas en la región, para neutralizar esas amenazas si es necesario."
El encargado del gabinete talibán del Ministerio de Asuntos Exteriores, Molavi Amir Khan Muttaqi ha señalado: "Según nuestras promesas, mensajes y declaraciones, el suelo afgano no se utilizará contra nadie".
EEUU y sus aliados no pueden limitarse a confiar solo en los ataques aéreos y en los drones asesinos pues el precio a pagar es alto, por lo que la única manera de avanzar es comprometer a los talibanes y esperar a que cooperen Catar y Pakistán.