Tuvieron que esperar semanas, pero por fin el pasado domingo tuvieron autorización para marcharse de su país con sus familias. Portugal les ha garantizado asilo.
Durante semanas, las chicas de la selección afgana de fútbol esperaron impacientes la autorización para abandonar su país. El pasado domingo por fin la recibieron. Se marcharon junto a sus familias en un vuelo chárter rumbo a Portugal, que les ha garantizado asilo.
La capitana del equipo, Farjunda Muhtaj, desde su casa en Canadá, las ha ayudado a conseguirlo.
"Me alegro de que las deportistas afganas fueran capaces de perseverar y ser resilientes. También defiendo a las mujeres que han sido dejadas atrás y a otros atletas. Sí, ahora están en un lugar seguro. Pero Afganistán estará siempre en sus corazones, seguirá siendo su mayor preocupación".
Las jugadoras, de entre 14 y 16 años, temían en lo que su vida podía convertirse a partir de ahora con los talibanes, no solo porque prohibieran a las mujeres la práctica deportiva, sino porque también son activistas defensoras de los derechos de las niñas.
Esta operación de rescate ha sido coordinada con el régimen afgano por una coalición internacional de exagentes militares y de inteligencia estadounidenses, representantes de países aliados y organizaciones humanitarias.