Un manto de destrucción. 6 000 evacuados, 200 inmuebles destruidos, lluvia de ceniza, los vecinos afectados por la erupción volcánica en la isla de La Palma viven con el alma en vilo.
Con el alma en vilo viven los vecinos de los municipios más próximos a la zona afectada por la erupción volcánica en la isla española de La Palma.
La superficie arrasada alcanza las 153 hectáreas de terreno, con unos 200 inmuebles destruidos o dañados, de los cuales 65 eran viviendas.
Muy cerca, en los Llanos de Aridane, muchos comentan la erupción de Teneguía en 1971 que no provovocó tantos daños como recuerda el propietario de una tienda de ultramarinos.
"No se puede comparar porque ya te digo, este ha hecho mucho destrozo, el otro prácticamente no destrozó nada, nada, y este, este es un desastre, un desastre", explica Juan Miguel País Ríos.
Hasta el momento son 5 700 las personas evacuadas en municipios como Todoque, invadido parcialmente por la lava.
En estas últimas horas, las autoridades han empezado a trasladar a hoteles y a los vecinos que permanecen en un acuartelamiento militar de la isla de La Palma.
También se han registrado largas colas de vehículos de los primeros vecinos desalojados que intentaban recoger algunos enseres, pertenencias y animales.
"Yo lo he visto cuando estaba en mi casa que me reventó justo al minuto y en línea recta estaba el volcán", comenta un vecino.
"Nos dijeron que teníamos que salir pero no podemos volver, ni girar para volver a casa para buscar los animales y los medicamentos", añade una mujer.
Según los últimos datos oficiales, la lava avanza a unos 4 metros por hora y en algunas zonas llega hasta los 12 metros de altura.
Unos 750 efectivos de distintos cuerpos de seguridad y de la Unidad Militar de Emergencias (UME) trabajan intensamente en las labores de ayuda a la población.
El volcán sigue en erupción, las cenizas despedidas llueven sin parar, los vecinos de La Palma viven con el corazón en un puño.