¿Con el precio de la energía disparado subirá también el de frutas y verduras?

Un agricultor portugués trabajando en el campo
Un agricultor portugués trabajando en el campo Derechos de autor Agencia Lusa
Derechos de autor Agencia Lusa
Por Euronews en español
Compartir esta noticiaComentarios
Compartir esta noticiaClose Button
Copia/pega el link embed del vídeo de abajo:Copy to clipboardCopied

Los agricultores en Portugal se plantean repercutir el aumento de costes en el producto final. El encarecimiento del precio de la comida sana amenaza a las familias en un país con un sueldo mínimo inferior a 700 euros.

PUBLICIDAD

El aumento de los precios del combustible y la energía podría sacudir aún más los presupuestos de los hogares en Portugal. Los agricultores se están pensando repercutir en el precio final de sus productos el incremento de costes de fertilizantes, insecticidas o herramientas.

Las verduras aún no han subido, pero la cooperativa de Lourinha, en el oeste del país, está a la expectativa.

Subir los precios o dejar de producir

"Estamos teniendo incrementos de los costes generales de producción y estamos vendiendo a los mismos precios o más barato que antes", comenta su secretario general Sérgio Ferreira. "Esto va a ser imposible y no es sostenible. Prevemos que al menos parte de esos aumentos de costes tendremos que aplicarlos a los precios finales porque si no tendremos que parar".

Algunos ya lo han hecho. Otros, como António Simoes, comienzan a estudiar nuevas posibilidades.

"Viendo cómo está todo, no sé si no sería mejor parar mientras podamos. Y en un año o así volver a empezar, porque nos arriesgamos a gastar lo que tenemos y lo que no tenemos. Por ahora, si paramos todavía nos mantendríamos económicamente estables".

La posibilidad de acabar cayendo todos

En otro punto de la cadena, el del marketing, el director de Simples & Frescas João Pedro Fernandes, propone aumentar los precios para no acabar cayendo todos.

"Si no conseguimos algo de beneficio, si esto no mejora, va a pillar a todos en la cadena. A las cooperativas, a los proveedores de herramientas y equipamiento. Toda esa gente también se verá afectada porque los productores no tendrán dinero para comprarles. Esto es un dominó".

Un dominó que amenaza el acceso de las familias a la comida sana en un país donde el salario mínimo permanece por debajo de los 700 euros. Tras la disolución del parlamento, el Gobierno ahora puede hacer poco o nada para intentar cambiar la situación.

Compartir esta noticiaComentarios

Noticias relacionadas

El Parlamento Europea aprueba la reforma de la Política Agrícola Común

El partido de extrema derecha Chega conquista el electorado joven en Portugal: las claves

El Gobierno de Portugal inicia una legislatura que la extrema derecha aspira a condicionar