El cambio de fuente provocó entre 2014 y 2015 que la población ingiriera altas cantidades de plomo
Casi 550 millones de euros tendrá que pagar el estado de Michigan a la población afectada por la contaminación de agua potable en la localidad de Flint, de mayoría negra.. Las autoridades permitieron desviar el agua a los hogares desde el río Flint, en lugar del lago Hurón, pero sin depurar. Como consecuencia muchos niños y adultos resultaron afectados por la ingesta excesiva de plomo.