El Gobierno le denegó el permiso, asegurando que Estados Unidos estaba detrás de la manifestación
Una sábana blanca frente a la ventana de su vivienda. Es la única forma de protesta que ha encontrado el dramaturgo y opositor Yunior García, incomunicado y bajo vigilancia policial en su residencia.
El activista impulsó de la marcha del 15N en Cuba, pero el Gobierno le denegó el permiso, asegurando que Estados Unidos estaba detrás de esta iniciativa.
Personas afines al Gobierno rodearon la vivienda y colocaron tres grandes banderas cubanas en su fachada.
"Va en contra de la Constitución convocar una marcha. Y aunque él dice que iba a marchar solo, sabemos a ciencia cierta que se le puede unir mucha gente en el camino. Lo que pretendemos es evitar un enfrentamiento pueblo a pueblo", justifica Eduardo Guisado, uno de los presentes frente al edificio de Yunior García.
Libertad de prensa
La manifestación de este lunes pretendía exigir la liberación de los presos detenidos durante las protestas de julio, pidiendo una ampliación de los derechos humanos y un diálogo nacional.
Entretanto, se han sucedido las condenas internacionales por la retirada de las acreditaciones de prensa a los periodistas de la Agencia EFE. Se las han restituido a dos de ellos, algo que el medio de comunicación considera insuficiente. El Ministerio español de Asuntos Exteriores ha pedido explicaciones a Cuba sobre esta situación.