Aclarado el origen de los agujeros del casco del Estonia 27 años después de su naufragio

Una investigación da nuevas pistas sobre una de las mayores tragedias marítimas de Europa. El hundimiento del transbordador M/S Estonia en 1994 pudo ser consecuencia de que las rocas del fondo marino abrieran agujeros hasta ahora desconocidos en el casco del barco. Las conclusiones contribuirán a disipar las teorías conspirativas sobre el destino del buque.
"Yo diría que, basándome en el informe de la Universidad de Estocolmo, hay una alta probabilidad, al menos, de que los daños en el lado de estribor del barco se hayan producido por contacto con el fondo marino", ha explicado Jonas Bäckstrand, director general adjunto de la Autoridad Sueca de Investigación de Accidentes
Fue una de las catástrofes marítimas más letales de Europa en tiempos de paz. 852 personas a bordo del Estonia murieron cuando el transbordador falló en medio de un fuerte oleaje en su ruta de Tallin a Estocolmo. El informe oficial de 1997 concluyó que el barco se hundió cuando las cerraduras de las puertas de proa fallaron en una tormenta abriendo la cubierta de vehículos, que causó una gran inundación. Sólo 137 personas sobrevivieron.
Algunas especulaciones sobre las causas del hundimiento contemplan una colisión con un submarino y una explosión en el interior del barco.