Los recién llegados encuentran inspiración en aquellos que ya han recorrido el camino que ellos comienzan ahora.
Reasentar a decenas de miles de afganos en Estados Unidos. Esa es la tarea que lleva a cabo la Clínica de Refugiados del Centro Médico del Valle de Santa Clara en San José, dentro del estado de California. Durante cuatro décadas son técnicos, enfermeras y asistentes, también inmigrantes y refugiados, han trabajado con personas del sudeste asiático.
"Los talibanes estaban a punto de llegar a la ciudad, y yo estaba muy preocupado por nuestra seguridad", recuerda Mohammas Attaie, refugiado afgano que llegó a Estados Unidos en agosto.
La esposa de Mohamad, Deena, es periodista, por lo que corría más peligro que otra mujeres trabajadoras. Pero su mayor temor era otro: "Me preocupaba que mi hija no pudiera continuar su educación. Y deseo un futuro brillante para ella".
La intérprete médica Jahannaz Afshar, que se trasladó desde Irán en 2004, recibe a quienes hablan farsi y les explica lo que van a hacer como parte del examen médico exigido por el gobierno federal: "Tienen una gran cantidad de habilidades transferibles. Van a poder ayudar a nuestra comunidad y a nuestra sociedad definitivamente más adelante. Pero al principio, tenemos que ayudarles a valerse por sí mismos".
También se les explica a los recién llegados el sistema de salud estadounidense y se les ayuda a entender las diferencias culturales, además de temas más elementales como el funcionamiento de los autobuses o las bibliotecas.
"Cuando los ves, te sientes animado. Piensas: 'Tú lo has conseguido. Yo también puedo hacerlo'", admite Mohammad.
Estaba previsto que California acogiera a 5.000 de los 37.000 afganos que han llegado al país tras la toma de poder de los talibanes. Pero los datos son confusos y no hay confirmación oficial de los números.