La familia Atrash edificó esta casa sin el permiso de las autoridades israelíes; unas licencias que se conceden con cuentagotas en Cisjordania ocupada ya que de las más de 4.000 solicitudes presentadas por palestinos, Israel solo concedió 98, en un plazo de nueve años
¡Jalas! ¡Basta! Es el grito desespereado de la familia palestina Atrash al ver su casa destruida por el Ejército israelí.
Con su hogar, se derrumbaron sus esperanzas de tener casa propia tras años de vivir de alquiler. Ocurría a las afueras de Hebrón, en territorio palestino bajo total control de Israel.
En tan solo dos horas las palas excavadoras arrasaron con todos los enseres y con una construcción que costó tres años de esfuerzos y 112.000 dólares que aún no han terminado de pagar. Una factura a la que se tendrá que añadir ahora el coste la destrucción de su hogar que deben abonar al Gobierno de Israel.
Con muchas familias en Cisjordania ocupada, los Atrash edificaron esta casa en un terreno que les pertenece pero sin el permiso de las autoridades israelíes.
Unas licencias que se conceden con cuentagotas. De los 4.422 permisos solicitados por palestinos, Israel solo concedió 98, entre 2009 y 2018, según la ONG israelí Peace Now. Mientras que entre 2012 y 2021, autorizó la construcción de casi 55.704 casas de colonos judios en este mismo territorio que ocupa desde 1967.
La casa de la familia Atrash es una de las más de 850 viviendas y estructuras palestinas destruidas por Israel en 2021, según la documentación recopilada por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Y oponerse puede costar la vida como le ocurrió incluso a la activista estadounidense Rachel Corrie, en 2003, que con 23 años fue aplastada por una excavadora del Ejército israelí en la Franja de Gaza cuando se había atrincherado en la casa de una familia palestina que iba a ser demolida.