"En ningún caso creo que podamos encontrar la mano de un actor extranjero, eso sería injusto con estas reivindicaciones que están muy justificadas", dice la investigadora Isabelle Ohayon
PUBLICIDADKazajstán, antigua república soviética con un régimen autoritario, no ha experimentado manifestaciones de esta magnitud en su historia reciente, como explica Isabelle Ohayon, investigadora del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia y experta en Kazajstán.
"Hace diez años, ya había habido manifestaciones sangrientas localizadas, pero nunca hemos visto manifestaciones y disturbios de tipo insurreccional como los de hoy, extendidos casi por todas las ciudades, en todo el territorio de Kazajistán", se sorprende Ohayon.
Las protestas comenzaron el domingo en una ciudad de provincia, donde se desató la ira por el aumento del precio del gas, considerado una injusticia por una población que sufre de inseguridad y desigualdad.
Isabelle Ohayon asegura que "hay que tener en cuenta que estamos hablando de gas licuado que se utiliza como combustible para los coches. Ahora, el precio del gas se ha duplicado, es como si en Francia pasáramos a tener el combustible a más de 3 euros por litro. Así que ese es el detonante, pero el problema fundamental es el nivel de vida de las clases más desfavorecidas, que son muy numerosas, y las desigualdades sociales, que son abismales y cada vez más insoportables para una sociedad a la que se le muestra constantemente la ostentación de los poderes, su extrema riqueza, que no oculta su acaparamiento de recursos. Hay demasiado descontento".
El presidente kazajo denunció los disturbios orquestados por los que llama terroristas. Una estrategia clásica de las autoridades, como explica la experta describiendo el perfil de los manifestantes.
"No podemos encontrar una mano extranjera"
Para Ohayon, "sociológicamente, se trata de una población principalmente precaria, políticamente débilmente organizada y que no puede asociarse en absoluto a una forma tradicional de oposición política".
La experta cree que "aquí sí que estamos ante revueltas de hambre espontáneas, aunque hoy en día con las redes sociales es más fácil organizarse, pero en ningún caso creo que podamos encontrar la mano de un actor extranjero, eso sería injusto con estas reivindicaciones que están muy justificadas".
El Gobierno kazajo ha recibido ayuda de Rusia y sus aliados para contener este movimiento de ira, lo que hace temer una represión sangrienta cuando los enfrentamientos ya se han cobrado varias vidas.