Ómicron, altos niveles de deuda y presiones inflacionarias, un cóctel explosivo para la economía

El Banco Mundial alerta de una desaceleración pronunciada del crecimiento de la economía mundial en 2022 y 2023.
La pandemia, con la rápida propagación de ómicron, seguirá siendo un elemento desestabilizador, agudizando la escasez de mano de obra y los problemas en la cadena de suministro.
"La COVID todavía está con nosotros. Estamos experimentando, por supuesto, la ola ómicron. Los niveles de deuda son bastante altos. Tenemos presiones inflacionarias. Tenemos desafíos relacionados con el clima. Cuando pones todo esto con un espacio político muy limitado en mercados emergentes de economías en desarrollo, estos riesgos aumentan la posibilidad de un aterrizaje forzoso", explica Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
Según las previsiones del Banco Mundial, el crecimiento a nivel global pasará del 5,5% de 2021, al 4,1% este año, y al 3,2% en 2023.
Respecto a la zona euro, sitúa el crecimiento económico en un 4,2% para 2022, frente al 5,2% en 2021.
Por su parte, la economía estadounidense crecerá un 3,7% este año, frente al 5,6% del pasado.