Barcos semihundidos, troncos flotando, embarcaderos desvencijados... la estampa se repite en varios puertos del Pacífico afectados por el tsunami que se desató el sábado tras la entrada en erupción de un volcán en el archipiélago de Tonga, que todavía no ha podido restablecer las comunicaciones.
Barcos semihundidos, troncos flotando, embarcaderos desvencijados... la estampa se repite en varios puertos del Pacífico afectados por el tsunami que se desató el sábado tras la entrada en erupción de un volcán en el archipiélago de Tonga, que todavía no ha podido restablecer las comunicaciones.
"La evaluación oficial de los daños aún no está disponible", decía la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, "pero nuestra representación en Tonga dice que ha tenido un impacto significativo en el norte de Nuku`alofa, con barcos y grandes rocas arrastradas hasta la orilla(...). Las tiendas costeras han sufrido daños y será necesaria una limpieza importante".
La brutal entrada en erupción de un volcán submarino sacudió con fuerza Tonga y el hongo explosivo que provocó fue captado por satélites. La alerta por tsunami se activó en numerosos países del Pacífico, que fueron golpeados por olas de entre uno y dos metros. Este domingo se ha desactivado. Dos mujeres fallecieron en la costa norte de Perú tras ser arrastrado el vehículo en que viajaban cerca de una playa.