"Nos han dicho que el 16 de febrero será el día de la invasión. Lo convertiremos en un día de unidad nacional.(...) Sacaremos la bandera, nos pondremos lazos amarillo-azules y mostraremos nuestra unidad al mundo entero", declaró el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Los esfuerzos diplomáticos se aceleran para evitar lo que Estados Unidos y la OTAN han advertido: una inminente invasión rusa en Ucrania . Sin aún señales claras de una desescalada militar rusa en la frontera, Occidente asegura que es un momento decisivo para evitar las hostilidades.
"Es una posibilidad clara, quizás más real que nunca que Rusia decida proceder a una acción militar. Con las nuevas fuerzas rusas que siguen llegando a su frontera con Ucrania y las que están apostadas en los países limítrofes, una invasión, como hemos dicho, podría comenzar en cualquier momento", señaló, Ned Price, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos. "Mientras tanto, estamos trabajando activamente para intentar alcanzar una solución diplomática".
El canciller alemán, Olaf Scholz, se encuentra en Moscú para lo que podría ser un último intento de persuadir al presidente ruso, Vladímir Putin, de que no actúe militarmente.
Este lunes, Scholz estuvo en Kiev para transmitir un mensaje de solidaridad al presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
"Estamos dispuestos a mantener un diálogo serio con Rusia sobre cuestiones de seguridad europea. La OTAN y Estados Unidos hicieron propuestas a Rusia que apoyamos. Ahora esperamos una respuesta de Rusia", declaró el político alemán.
Seguidamente, el presidente ucraniano se dirigió a la nación en un nuevo intento de tranquilizar a la población.
"Nos han dicho que el 16 de febrero será el día de la invasión. Lo convertiremos en un día de unidad nacional", sentenció Zelenski, "Se ha firmado el decreto correspondiente. Sacaremos las banderas nacionales, nos pondremos lazos amarillo-azules y mostraremos nuestra unidad al mundo entero".
En Moscú, Putin y su ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, concluyeron que las negociaciones con Occidente se alargaban pero que estaban lejos de terminar. El mandatario pidió a Lavrov de intensificar el diálogo sin dejar atrás las exigencias del Kremlin sobre su seguridad territorial.
Estados Unidos traslada su embajada en Ucrania
Washignton anunció este lunes el traslado "temporal" de las operaciones de su embajada en Ucrania desde la capital, Kiev, hasta la mayor ciudad del oeste del país, Lviv, a unos 70 kilómetros de la frontera de Ucrania con Polonia, al insistir en que Rusia podría atacar el país "esta semana".
Mientras Rusia mencionaba la posibilidad de un acuerdo con Estados Unidos y la OTAN que pueda resolver la escalada de tensión en torno a Ucrania, el Gobierno estadounidense insistió en su escepticismo y en que no ha visto "ninguna señal tangible" de desescalada por parte de Moscú.
Según el diario The Wall Street Journal, el Departamento de Estado ha ordenado destruir los ordenadores y otros equipos de comunicación en la embajada en Kiev, además de desmantelar el sistema telefónico del edificio, que quedará custodiado por la Guardia Nacional de Ucrania.
El grupo de diplomáticos que operará desde Lviv (Leópolis) es reducido, porque Estados Unidos ya ordenó el sábado la salida de Ucrania del personal no esencial de su embajada y la suspensión de los servicios consulares. Trasladar a ese pequeño contingente al oeste del país le permite mantener presencia sobre el terreno en Ucrania, al tiempo que facilita la posibilidad de evacuarlos -si fuera necesario- hacia Polonia, donde el Pentágono ha ordenado desplegar 4 700 soldados.