3700 bomberos tratan de apaciguar unas llamas que parece que no cesan. Las temperaturas, que superan los 45 grados, no ayudan a sofocar los incendios.
Las llamas no muestran signos de apaciguarse en Portugal. El país registró, a media tarde de este jueves, más de 20 incendios rurales activos de norte a sur del país.
Para combatir las llamas participaron más de 3.700 bomberos, apoyados por cerca de 2.000 vehículos y más de 30 medios aéreos, según Protección Civil. La situación más preocupante está en los distritos de Leiria, y de Aveiro.
Los incendios de Palmela y Faro, que el miércoles dañaron incluso algunas viviendas, ya dominados o controlados.
Portugal sigue bajo una ola de calor, con temperaturas que superan los 45°C, lo que llevó al Gobierno portugués a extender el estado de contingencia hasta el domingo. El Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera ha puesto, la mayor parte del país, en riesgo máximo o muy alto de incendios para este viernes.
Los incendios activos, desde la semana pasada, han dañado, al menos, 60 viviendas, y otras infraestructuras según el recuento de la Autoridad Nacional de Emergencias y Protección Civil de Portugal.