La planta de Portovaya, muy cercana a la frontera con Finlandia, estaría quemando el equivalente a casi 10 millones de euros de gas al día.
Con los consumidores europeos sufriendo una importante subida en sus facturas eléctricas, desde Rusia llegan imágenes ciertamente chocantes. Es la quema, diaria, de millones de metros cúbicos de gas natural licuado en la planta de Portovaya, en la región de Leningrado, muy cerca de Finlandia.
Lo más probable, asegura un análisis de la consultora energética Rystad Energy, es que Gazprom esté deshaciéndose de este modo del producto excedente inicialmente destinado a Alemania a través del Nord Stream 1.
Desde Berlín tachan estas acciones de medida política del Kremlin, aunque Gazprom insiste en que se trata tan solo de algunos "problemas técnicos".
Lo cierto es que la situación también preocupa ecológicamente hablando, teniendo en cuenta las emisiones adicionales de CO2 que suponen estas quemas y el impacto que tienen sobre el deshielo del Ártico.
Ya el pasado mes de abril, la Unión Rusa de Industriales advertía de este hecho. Tras el inicio de la guerra y debido a sanciones impuestas desde Occidente, decían, muchas empresas se iban a ver obligadas a aumentar significativamente la quema de gas, y a pesar de las grandes multas a las que podrían verse sometidas por ello. La razón, su falta de capacidad para un almacenamiento con el que no contaban hace tan solo unos meses.
Con todo, desde Moscú y en relación a este tema, el presidente Vladímir Putin presumía este jueves de un aumento de los ingresos por las ventas de petróleo y gas en el presupuesto:
"A pesar de los problemas que nuestros detractores y envidiosos intentan crearnos, aún así, el presupuesto avanza a un ritmo adecuado, crecen los ingresos del petróleo y el gas", decía Putin en una reunión con el jefe del Servicio Federal de Impuestos, Daniíl Yegórov.
Todo ello cuando aún no ha entrado en vigor el embargo parcial al petróleo ruso, con ciertas excepciones, en la Unión Europea, que afectará a un 90 por ciento del crudo que llega desde Rusia y que lo hará a partir de enero de 2023.