El grupo está activo en varios países, entre ellos Ucrania.
Sale a la luz el origen del enigmático batallón Wagner. El empresario Yegueni Prigozhin, muy cercano al presidente ruso Vladímir Putin, ha admitido que creó este grupo en 2014, una compañía militar privada, algo prohibido en su propio país.
Según el una investigación de 2017 del opositor Alexei Navalny, actualmente en prisión, Prigozhin habría obtenido contratos públicos por 2.500 millones de euros, incluido uno para suministrar comida el Ejército ruso.
En un mensaje en las redes sociales, el propio empresario ha admitido que "ha llegado el momento de la revelación". En el texto justifica la creación del grupo Wagner por lo que el mismo ha denominado "genocidio", nunca compartido por ningún organismo internacional, de la población rusa en el Donbás.
Los paramilitares han sido sospechosos durante años de llevar a cabo el trabajo sucio ordenado por el Kremlin, algo que Moscú siempre ha negado. Además de estar combatiendo en Ucrania, según el propio Prigozhin, habrían actuado en países árabes, Siria y Latinoamérica.