El grano ucraniano, que entra sin aranceles ni impuestos para ayudar a Kiev, tiene un precio considerablemente inferior al que pueden ofertar los productores nacionales de países como Polonia, Hungría, Bulgaria y Eslovaquia que han prohíbido su importación, sin el aval de Bruselas
Rumanía y Polonia confirman que permiten el tránsito de grano ucraniano a la espera de una decisión de Bruselas, este martes.
Pero para evitar que los productos agrícolas ucranianos en tránsito hacia terceros países acaben en el mercado interno, las autoridades rumanas han decidido precintar esos transportes y vigilar su trayecto dentro del país.
"Somos el principal corredor solidario para el grano ucraniano que organizamos, mantendremos y conservaremos por respeto al pueblo ucraniano", resaltaba el ministro de agricultura de Rumanía, Petre Daea, cuyo país sigue autorizando, además, la importación.
Mientras que Hungría, Bulgaria, Eslovaquia y Polonia prohibieron, sin el aval de Unión Europea, la importación de grano de Ucrania.
Un producto que entra sin aranceles ni impuestos, para ayudar a Kiev ante la invasión rusa, y cuyo precio es considerablemente inferior al que pueden ofertar los productores nacionales.
Para paliar este problema, Bruselas ya ha desbloqueado más de 56 millones de euros y propone entregar otros 100 millones más, pero los países afectados piden una solución duradera.