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Bibby Stockholm: el escabroso pasado de la barcaza de alojamiento europea

El Bibby Stockholm se renueva en Falmouth, en la costa de Cornualles (suroeste de Inglaterra), el 11 de mayo de 2023.
El Bibby Stockholm se renueva en Falmouth, en la costa de Cornualles (suroeste de Inglaterra), el 11 de mayo de 2023. Derechos de autor BEN STANSALL/AFP or licensors
Derechos de autor BEN STANSALL/AFP or licensors
Por Joshua Askew
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Este artículo se publicó originalmente en inglés

El Gobierno británico decidió alojar a solicitantes de asilo en esta barcaza, y comenzó el lunes con el traslado de unas 50 personas. El temor al hacinamiento llevó al Sindicato de Bomberos de Gran Bretaña a advertir que el buque sería una "trampa mortal en potencia". Conozca su historia.

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El Bibby Stockholm ha acaparado muchos titulares en los últimos meses.

La atención se centra en la decisión del Gobierno británico de alojar a solicitantes de asilo en la enorme barcaza, que comenzó el lunes con el traslado a bordo de unas 50 personas.

Los conservadores afirman que ofrece un alojamiento rentable, en medio de una acumulación récord de casos de asilo. Sin embargo, la medida ha sido ampliamente condenada por peligrosa, inhumana y poco rentable.

Pero este es sólo el último capítulo de la accidentada historia de Bibby.

El Bibby Stockholm se ha utilizado en varias ocasiones en Europa para alojar a personas sin hogar, como centro de detención flotante e incluso fue objeto de una amenaza de bomba.

Construido en 1976 por la empresa holandesa Nederlandse Scheepsbouw, el barco se convirtió en barcaza de alojamiento en 1992.

Sus actuales propietarios, Bibby Lane -que tiene "vínculos históricos bien probados" con la trata de esclavos, según el Consejo de Refugiados del Reino Unido-, afirman que puede alojar a más de 500 personas con "todo lujo", pero originalmente se acondicionó para albergar sólo a 222.

El temor al hacinamiento llevó al Sindicato de Bomberos de Gran Bretaña a advertir que el buque, de 47 años de antigüedad, sería una "trampa mortal en potencia" para cualquiera que se alojara en él.

A finales de la década de 1990, Bibby proporcionó 52 camas para pasar la noche a personas sin hogar en Hamburgo (Alemania).

Las autoridades alemanas recurrieron al barco como medida de emergencia para garantizar que durante "el invierno nadie tuviera que dormir en la calle", según declaró entonces la entonces senadora de Asuntos Sociales de Hamburgo, Helgrit Fischer-Menzel.

Los controles de identidad, la delincuencia y el tamaño de las habitaciones alejaron de la barcaza a muchos de los que dormían en la calle, según informó el medio alemán de izquierdas Taz en 1994.

Sólo se utilizaba el 65 % de las camas, y los sintecho se alejaban de la barcaza.

A continuación, el gigantesco barco de 90 m de largo y 27 m de ancho se utilizó para detener a solicitantes de asilo en Rotterdam en 2005.

Un organismo de control holandés calificó Bibby como un "entorno opresivo", aunque al parecer se ha reformado desde entonces.

En febrero de 2008, un solicitante de asilo argelino, Rachid Abdelsalam, murió de insuficiencia cardiaca a bordo.

Compañeros de detención afirman que, aunque advirtieron a los guardias del deterioro de la salud de Rachid, la puerta de su celda no se abrió hasta dos horas después de su muerte, según informó en 2012 la organización de control State Watch.

Los buques-prisiones eran conocidos por ofrecer una atención sanitaria de mala calidad y servicios terribles, lo que provocó repetidas huelgas de hambre y motines de los detenidos, añadió State Watch.

El periodista holandés Robert van de Griend, que se hizo pasar por guardia de seguridad, documentó el pésimo trato que recibían los reclusos.

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Posteriormente, Rotterdam cerró el Bibby y los demás centros de detención, tras la creación de nuevas instalaciones.

Bibby Marine Limited / AFP
Fotografía tomada en un lugar desconocido por Bibby Marine Limited y difundida por el Ministerio del Interior del Reino Unido, el 5 de abril de 2023.Bibby Marine Limited / AFP

Los trabajadores de la construcción fueron los siguientes en alojarse en este monstruo de casi 11.000 toneladas.

En 2013, Petrofac utilizó Bibby para alojar a los trabajadores de la planta de gas escocesa de Shetland, en el Mar del Norte.

Un antiguo trabajador de alta mar descontento avisó a los servicios de emergencia en 2015 de que se habían colocado bombas en la barcaza junto con otro barco de alojamiento atracado en el puerto de Lerwick, en las islas Shetland.

Se le impuso una orden de alejamiento de seis meses, tras admitir su comportamiento amenazador y abusivo.

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Bibby, el último ‘flotel’, fue remolcado fuera de Lerwick en 2017, después de estar desocupado —salvo por un único guardia de seguridad— durante más de un año.

El Shetland Times citó a la autoridad portuaria diciendo que el barco había aportado buenos ingresos al remoto archipiélago, aunque ahora querían liberar espacio de atraque.

Meses después, el Irish Times informaba que se estaba debatiendo la posibilidad de utilizar el Bibby como alojamiento flotante para estudiantes universitarios en Galway (Irlanda).

Sin embargo, pronto se abandonaron los planes, ya que los muelles se consideraron inadecuados y se plantearon dudas sobre el permiso de obras.

Las autoridades de esta ciudad del oeste de Irlanda afirmaron que la crisis del alojamiento para estudiantes debía abordarse de otra manera.

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En abril, el Gobierno británico anunció que utilizaría la barcaza para alojar a solicitantes de asilo, mientras el país se enfrenta a un retraso récord en 166 000 casos de asilo.

Los planes para empezar a alojar a personas en el barco, con capacidad para 500 personas, se han retrasado repetidamente, lo que al parecer ha costado al contribuyente británico 3,5 millones de euros en retrasos.

Los ministros afirman que Bibby ayudará a reducir la factura diaria de 6,5 millones de euros que pagan los contribuyentes por alojar a los solicitantes de asilo en hoteles, con las instalaciones existentes llenas hasta los topes. Sin embargo, se discute que el barco sea una alternativa más rentable.

Los críticos señalan que los hoteles sólo son necesarios porque el gobierno conservador ha degradado el sistema de asilo y no ha tramitado con rapidez las solicitudes, con dos tercios de las personas esperando más de seis meses para una decisión inicial, según muestran las cifras del Insitute for Government.

Como superviviente de la tortura, me perturba que el Gobierno siga adelante con su cruel plan de hacinar a los refugiados en una barcaza que ha sido calificada de "trampa mortal en potencia"
Kolbassia Haoussou
Director de Empoderamiento de Supervivientes de Freedom from Torture

“Como superviviente de la tortura, me perturba profundamente que el Gobierno siga adelante con su cruel plan de hacinar a los refugiados en una barcaza que ha sido calificada de 'trampa mortal en potencia'", declaró Kolbassia Haoussou, director de Empoderamiento de Supervivientes de Freedom from Torture, en una declaración enviada a Euronews.

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"En lugar de castigar a gente como yo, que ya ha pasado por tanto, se debería ofrecer protección y apoyo a los supervivientes", añadió.

"Es hora de que este Gobierno deje de perder el tiempo obligando a los refugiados a vivir en alojamientos inseguros e indignos, y concentre sus esfuerzos en reconstruir un sistema de asilo que trate a las personas con humanidad y compasión", finalizó.

Fuentes adicionales • Angélica Parra Hernández (Traducción y texto en español)

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