Las icónicas casetas de libros que bordean el río Sena en París están en medio de una lucha contra los planes de la ciudad para los Juegos Olímpicos. Con más de 120 000 firmas en su apoyo, buscan mantenerse en su ubicación durante la ceremonia de apertura, que se realizará fuera del estadio.
Las míticas casetas de libros que acompañan al río Sena en París se resisten al cambio que pretende hacer la capital para los Juegos Olímpicos.
Ya han recabado más de 120 000 firmas para seguir en el lugar que están durante la ceremonia de apertura.
Los organizadores quieren que se realice por primera vez fuera del estadio y las autoridades temen que sirvan como escondite de explosivos que amenacen la seguridad del evento.
Se espera que atraiga a 600 000 personas. Los vendedores de libros han propuesto que se sellen durante la ceremonia.