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Una mujer condenada por asesinar a sus hijos fue absuelta tras prueba genética dirigida por una científica española

Kathleen Folbigg, a la derecha, es abrazada por su amiga Tracy Chapman a las puertas del Tribunal de Apelación Penal de Nueva Gales del Sur en Sidney, Australia.
Kathleen Folbigg, a la derecha, es abrazada por su amiga Tracy Chapman a las puertas del Tribunal de Apelación Penal de Nueva Gales del Sur en Sidney, Australia. Derechos de autor Dan Himbrechts/AAP IMAGE
Derechos de autor Dan Himbrechts/AAP IMAGE
Por Laura Llach con AP
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Este artículo se publicó originalmente en inglés

La ayuda de la científica española Carola García Vinuesa fue clave para anular la condena de Kathleen Folbigg, de Australia. Lideró una investigación que logró probar la muerte súbita de dos de los niños, con pruebas genéticas. La abogada de Kathleen pedirá una compesación "sustancial" al Gobierno.

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Veinte años después de que un jurado declarara a Kathleen Folbigg culpable del asesinato de sus cuatro hijos, un tribunal de apelación australiano ha decidido absolverla y anular su condena.

Folbigg, que ahora tiene 55 años, ya fue indultada por el Gobierno del estado de Nueva Gales del Sur y puesta en libertad en junio, después de que un científico español demostrara que sus cuatro hijos podrían haber muerto por causas naturales, como ella había insistido.

Fue apodada ‘la peor asesina en serie de Australia’ tras ser condenada en 2003 por el asesinato de tres de sus hijos y homicidio involuntario en la muerte del cuarto.

Los fiscales dijeron que sus hijos, de entre nueve semanas y tres años, habían sido asfixiados por Folbigg, que siempre ha negado las acusaciones, y alega que cada muerte se debió a causas naturales.

El jueves, la sala del tribunal estalló en aplausos y Folbigg rompió a llorar cuando escuchó las palabras que había estado esperando del presidente del Tribunal Supremo, Andrew Bell.

"Aunque los veredictos del juicio fueron razonablemente abiertos con las pruebas disponibles, ahora existen dudas razonables sobre la culpabilidad de la Sra. Folbigg", dijo Bell.

"Es apropiado que las condenas de la Sra. Folbigg sean anuladas", añadió.

Fuera del tribunal, Folbigg dio las gracias a sus seguidores, abogados y científicos por limpiar su nombre, incluida la científica española Carola García Vinuesa, que dirigió la investigación.

"Durante casi un cuarto de siglo me he enfrentado a la incredulidad y la hostilidad. He sufrido abusos en todas sus formas. Esperaba y rezaba para poder estar aquí algún día con mi nombre limpio", dijo Folbigg.

"Estoy agradecida de que la ciencia moderna y la genética me hayan dado respuestas a cómo murieron mis hijos", dijo entre lágrimas.

¿Cómo terminó involucrada una científica española en el caso?

El primero en morir fue, Caleb, de 19 días. Una noche, se despertó porque tenía que ir al baño. Revisó a su bebé y se dio cuenta de que no respiraba.

Después perdió a Patrick, cuando el bebé tenía sólo ocho meses. Sarah, de diez meses, y Laura, de 18, murieron más tarde. Dos de los niños habían muerto de síndrome de muerte súbita del lactante.

Folbigg siempre mantuvo su inocencia, pero nadie creyó su historia hasta que un científica española decidió ayudarla.

"La teoría de que ella había matado a sus hijos no tenía pruebas. La única prueba era circunstancial, porque fue ella quien los encontró muertos", explica Vinuesa a Euronews.

"Folbigg está muy agradecida, no sólo con nosotros —los científicos—, sino también con sus abogados, que han hecho la mayor parte del trabajo gratis", añadió.

Tras ver el caso en televisión y saber que hasta el 35 % de las muertes súbitas pueden explicarse por factores genéticos, Vinuesa llamó a su colega, el genetista Todor Arsov.

In this image made from video, Kathleen Folbigg reacts the day after her release from prison in Coffs Barbour, Australia, Tuesday, June 6, 2023.
In this image made from video, Kathleen Folbigg reacts the day after her release from prison in Coffs Barbour, Australia, Tuesday, June 6, 2023.POOL/AP

Decidieron recopilar una lista de genes que podían causar la muerte súbita. El siguiente paso en su investigación científica fue visitar a Folbigg en la cárcel y secuenciar su genoma.

"Descubrimos que había una mutación en un gen que codifica la calmodulina, y esta es una de las causas más conocidas de muerte súbita en la infancia", explicó Vinuesa a Euronews.

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El equipo de Vinuesa encontró una mutación genética en dos de las hijas de Folbigg, mientras que los otros dos niños padecían epilepsia grave y dificultades respiratorias.

Los expertos declararon que la miocarditis, una inflamación del corazón, era también una posible causa de la muerte de Laura, y que la muerte súbita de Patrick pudo deberse a un trastorno neurogenético subyacente.

La investigación, que recomendó el indulto y la absolución de Folbigg, fue impulsada por una petición firmada en 2021 por 90 científicos, entre ellos dos premios Nobel, médicos y profesionales afines que defendían que se tuvieran en cuenta estas nuevas pruebas.

Vinuesa se muestra satisfecha con el resultado, pero echa la vista atrás con un sentimiento agridulce.

"Científicamente fue un reto. Fue un proceso muy duro, intenso y a veces doloroso", declaró a Euronews.

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Mientras Folbigg respira aliviada, su exmarido, Craig Folbigg, padre de sus cuatro hijos, cuyas sospechas desencadenaron la investigación policial, pide que se celebre un nuevo juicio.

"Sería lo más justo. Poner todas estas supuestas nuevas pruebas ante un jurado y dejar que un jurado decida su culpabilidad", dijo el abogado de Craig Folbigg, Danny Eid.

Por otro lado, la abogada de Kathleen Folbigg, Rhanee Rego, dijo que su equipo legal buscaría ahora una compensación "sustancial" del Gobierno estatal por los años pasados en prisión.

Fuentes adicionales • Angélica Parra Hernández (Traducción y texto en español)

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