El 20 por ciento de las fuerzas armadas ucranianas están integradas por mujeres. Son ochenta mil entre los más de 400.000 militares que sirven actualmente en los tres ejércitos. Pero la mayoría está asignada a papeles secundarios.
Las mujeres que combaten en primera línea tuvieron que insistir para que las enviaran al frente de combate. Es el caso de Oleksandra. Antes de la guerra trabajaba en una panadería. Ahora es una francotiradora: "Veo a mi enemigo, veo al ocupante que vino a nuestra tierra para destruir nuestro estado, nuestro pueblo. Nada más".
De panadera a francotiradora
En primera línea, sus objetivos pueden estar a más de un kilómetro de distancia. Su trabajo requiere entrenamiento, condiciones y cabeza fría. Pero muchos todavía cuestionan su capacidad, porque es mujer. Oleksandra también ha tenido que vencer los obstáculos internos: "Cada mujer en el ejército tiene que demostrar que es digna de estar en la misma posición de combate y luchar en pie de igualdad con un hombre".
"¿De verdad quieres un puesto de combate?"
Para Olena tampoco ha sido fácil. Antes de la guerra era formadora de comunicación en Kiev. Ahora despeja trincheras con la infantería. Recuerda una conversación con un superior nada más llegar al ejército: “Me preguntó: ¿De verdad quieres un puesto de combate? Es dificil. Y no todos los comandantes aceptan chicas en posiciones de combate. le respondí: ¡No me importa lo que esté pasando con los comandantes! No me importa lo difícil que sea. ¡Estoy segura de que puedo!". Olena ha conseguido ser una más y uno de sus orgullos es una medalla al valor impuesta por el presidente Volodímir Zelenski.
Con la necesidad de renovar tropas en un frente de batalla de más de mil kilómetros Ucrania recurre ahora a las mujeres con más facilidad en un proceso de reclutamiento a marchas forzadas. En Rusia empresas de mercenarios paraestatales reclutan específicamente mujeres para el combate contra Ucrania.