Los mediadores internacionales han acogido este jueves en Doha una nueva ronda de conversaciones para tratar de impulsar un alto el fuego en Gaza, que se percibe como la mejor esperanza para frenar a su vez una escalada del conflicto. Los ataques israelíes ya han matado a más de 40.000 palestinos.
PUBLICIDADLa Casa Blanca confirmó la reanudación este jueves de una nueva ronda de conversaciones en Doha destinadas a detener la guerra entre Israel y Hamás en Gaza. Se espera que las negociaciones, que también se centrarán en asegurar la liberación de decenas de rehenes, se extiendan hasta el viernes.
Estados Unidos, Catar y Egipto tenían previsto reunirse desde este jueves con una delegación israelí en Doha, mientras las víctimas mortales de los ataques lanzados por Israel sobre Gaza durante los diez meses de guerra superan ya las 40.000.
Una fuente oficial palestina indicó que Hamás no participaría en las conversaciones del jueves, pero que sus dirigentes que residen en Catar están dispuestos a discutir cualquier propuesta de los mediadores, como lo han hecho en rondas anteriores.
Una oportunidad para evitar una mayor escalada regional del conflicto
Un alto el fuego en Gaza probablemente calmaría las tensiones en toda la región y podría convencer a Irán y a Hizbulá de que se abstengan de lanzar ataques de represalia contra Israel después de la muerte de un alto comandante del grupo chií libanés en un ataque aéreo israelí y del asesinato del líder político de Hamás en una explosión en Teherán.
Los mediadores han pasado meses intentando elaborar un plan de tres fases en el que Hamás liberaría a decenas de rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre, que desencadenó la guerra, a cambio de un alto el fuego duradero, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y la liberación de los palestinos encarcelados por Israel.
Ambas partes han aceptado hasta cierto punto el plan, que el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció el 31 de mayo. Pero Hamás ha propuesto "enmiendas" e Israel ha sugerido "aclaraciones", lo que ha llevado a cada parte a acusar a la otra de plantear nuevas exigencias que no puede aceptar.