Para que salga adelante se tendrían que unir la derecha y la izquierda. El debate ha comenzado este miércoles a las 16:00 horas.
El primer ministro francés, Michel Barnier, podría ser destituido este miércoles si prospera la moción de censura presentada por partidos de oposición tras la aprobación sin voto parlamentario de su controvertido presupuesto de Seguridad Social.
La medida, liderada por legisladores de izquierda y de extrema derecha, incluyendo a Marine Le Pen y su partido Agrupación Nacional (AN), cuenta con los números necesarios para derrocar al Gobierno minoritario de Barnier.
En una entrevista concedida el martes a medios franceses, Barnier advirtió que una moción exitosa podría agravar la situación económica y social del país. "Depende de los diputados, de su responsabilidad con el pueblo francés y con Francia, que atraviesa un período bastante serio", afirmó Barnier.
El primer ministro defendió su intento de negociar con el AN mediante concesiones como la eliminación de aumentos en las tarifas eléctricas. Sin embargo, sus esfuerzos no evitaron que tanto la extrema derecha como la alianza de izquierda presentaran la moción.
Un presupuesto controvertido
El presupuesto de Barnier busca reducir el déficit fiscal de Francia del 6% al 5% del PIB para 2024, mediante recortes de 40.000 millones de euros en gasto público y un aumento de impuestos por 20.000 millones de euros. Marine Le Pen calificó estas medidas como "peligrosas, injustas y punitivas". El plan fue diseñado con urgencia tras la llegada de Barnier al cargo en septiembre, luego de unas elecciones anticipadas que dejaron un Parlamento dividido.
Si la moción de censura prospera, sería la primera vez en más de 60 años que un Gobierno francés cae de esta forma, convirtiendo a Barnier en el primer ministro con el mandato más corto desde 1958. El presidente Emmanuel Macron tendría que nombrar a un nuevo jefe de Gobierno, aunque esto podría retrasarse hasta 2025, dejando a Barnier en funciones.
¿Cómo afectaría la moción a la economía de la eurozona?
La incertidumbre política ya ha afectado al mercado bursátil francés y podría elevar las tasas de interés del país, complicando aún más la controvertida gestión de su abultada deuda pública.
El voto, programado para las 16:00 de este miércoles, se seguirá de cerca en toda la eurozona, que ya enfrenta tensiones por la crisis política en Alemania, las elecciones en febrero y el regreso del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, en enero.