En Japón, donde la población envejece rápidamente, los mayores se apuntan a las rutinas de belleza. Shiseido ha estado ofreciendo cursos gratuitos de maquillaje para ancianos, enseñándoles técnicas como el dibujo de cejas y los masajes faciales.
Con más de una cuarta parte de la población japonesa por encima de los 65 años, las empresas se dirigen cada vez más a este segmento del mercado. Los expertos señalan que las personas mayores, incluidos los "abuelos guays" y las "abuelitas monas", buscan productos de gama alta y mantienen una apariencia elegante, lo que demuestra que la edad no es una barrera para la belleza.