El Pontífice visitó Grecia en dos ocasiones durante su mandato, en 2016 y 2021, con la principal característica de poner de relieve el problema de los refugiados e inmigrantes.
Corría el año 2016 cuando el Papa Francisco junto al Patriarca Ecuménico, arzobispo de Constantinopla, Bartolomé I y el arzobispo de Atenas, Jerónimo II, visitaron Lesbos para poner de relieve el gran problema de la inmigración a nivel mundial. Se encontraron en el Centro de Acogida e Identificación de Moria con refugiados e inmigrantes que les besaban la mano y suplicaban ayuda.
El Santo Pontífice alabó el papel de Grecia en la cuestión migratoria porque, a pesar de lo que estaba viviendo el país en ese momento debido a la crisis económica, estaba acogiendo a miles de refugiados e inmigrantes. "El Papa Francisco quiso llamar la atención del mundo en particular sobre el problema de los refugiados", explica a 'Euronews' el arzobispo católico de Atenas, Theodoros Kontidis.
La crisis migratoria, dice Kontidis, "había adquirido dimensiones que ya eran de crisis mundial y debería haber habido una movilización internacional, porque se trataba de algo que ningún país, ni siquiera un país relativamente pequeño como Grecia, podía afrontar. Y no se trata sólo de una cuestión social y política, sino de una cuestión humana. Se trata de personas que sufren, que arriesgan a sus familias, sus vidas, sus bienes, etc. Así que su presencia allí y la sensibilidad que tuvo fueron un ejemplo importante".
La inmigración, uno de los temas frecuentes del Papa Francisco
"Los refugiados no son números. Son personas que tienen rostros, nombres, historias, y como personas deben ser tratadas", dijo en 2016, tras su visita al entonces conflictivo Lesbos, en plena crisis de los refugiados de Siria .
"Entendemos esta sensibilidad si miramos su autobiografía y cuántas páginas dedica a la experiencia similar de sus propios abuelos. Empezaron en Italia después de la guerra, en la pobreza, en la inseguridad, enfrentándose a los peligros o a la explotación a la que se enfrentaron muchos de esos inmigrantes y muchas de esas personas que organizaron su viaje, etc. A menudo les robaban y les volvían a dejar sin dinero", dice Theodoros Kontidis.
"Él ha vivido todo esto, lo ha oído en casa, lo ha oído de sus padres y de su abuela y de su abuelo. Así que es una experiencia de su familia y por eso es especialmente sensible a este tema", subraya el arzobispo católico de Atenas.
No sólo en Grecia: de Lampedusa a su deseo de visitar Canarias
El Papa Francisco se ha mostrado pendiente y preocupado por las diferentes crisis migratorias y sus consecuencias. En 2013, visitó la isla italiana de Lampedusa, conmovido por el naufragio días antes. "Nuestra sociedad ha olvidado qué es llorar junto a los otros, empatizar. Es la globalización de la indiferencia la que se ha llevado nuestra capacidad de sentir", dijo entonces el Papa.
Además, el Papa Francisco había manifestado su intención de viajar Canarias para seguir de cerca el problema migratorio en las islas, una de las visitas más esperadas en España, que no pudo llevar a cabo por problemas de salud.
A finales de septiembre de 2024, cuando en las costas de El Hierro se produjo uno de los mayores naufragios, con más de 60 muertos y desaparecidos, Francisco dijo que las tragedias de inmigrantes en el mar son "para llorar". "Me duele esas personas desaparecidas en Canarias, tantos inmigrantes que buscan la libertad y que se pierden en el mar o casi en la costa", afirmó sobre la crisis migratoria canaria.
La segunda visita a Grecia en 2021
La segunda vez que el Pontífice visitó Grecia fue en 2021. Fue de nuevo a Lesbos para ver a refugiados y migrantes. Desde allí criticó la actitud de quienes en Europa se niegan obstinadamente a afrontar el problema.
Además, Francisco estuvo en Atenas, donde se reunió con los líderes políticos y religiosos del país, celebró misa en la sala principal de la Sala de Conciertos de Atenas y dio discursos a los jóvenes.
Una característica del Papa Francisco fue la humildad de sus visitas. Se desplazaba en un coche pequeño. Evitaba alojarse en hoteles de lujo. Así ocurrió durante su viaje a Atenas en 2021.
"Quería una Iglesia sencilla, cercana a los sencillos, pobre cerca de los pobres. Una Iglesia libre de las influencias de los poderosos, libre de ambiciones de riqueza e influencia y de gloria mundana", subraya el arzobispo católico de Atenas, Theodore Kontidis.
"Esta es la libertad que da la sencillez y la libertad evangélica, porque es la libertad de Cristo, la libertad del Evangelio, la libertad de San Francisco, a quien tuvo como modelo, desde que tomó su nombre. Realmente quería seguir este ejemplo. No era sólo un nombre. Era un modelo a seguir. Y también nos deja un legado a nosotros y a todo el clero y a los fieles y a todas las personas, un ejemplo de vida y de conducta. Eso es lo que debemos conservar. Creo que es también un mensaje de esperanza para el mundo de hoy", añade el arzobispo.
En 2022, el Vaticano devolvió a Grecia tres fragmentos de las esculturas del Partenón, en un gesto simbólico del Papa al arzobispo de Atenas y a toda Grecia. Y en 2023, dirigiéndose a los fieles en la Plaza de San Pedro, el Francisco se refirió a los incendios que asolaron Grecia en aquel momento, expresando su solidaridad con el pueblo griego.