Organizaciones como Médicos Sin Fronteras, Amnistía Internacional y Oxfam piden la apertura de los pasos fronterizos, la entrada de ayuda humanitaria y un alto el fuego, denunciando la situación que viven los gazatíes y sus propios compañeros.
Más de 100 organizaciones no gubernamentales han denunciado este miércoles la hambruna que se vive en la Franja de Gaza desde hace meses, reclamando que se permita la entrada de alimentos y suministros vitales.
En una declaración conjunta, destacadas organizaciones como Médicos Sin Fronteras, Amnistía Internacional u Oxfam afirman que los suministros están totalmente agotados y la hambruna se está extendiendo por el enclave: "Las organizaciones humanitarias están siendo testigos de cómo sus propios compañeros y socios se consumen ante sus ojos", han advertido. Esta declaración es homologable a un comunicado lanzado recientemente por la agencia de prensa AFP, donde asegura que asiste a un inédito escenario desde su creación en el que sus propios informadores se mueren de hambre.
Las organizaciones humanitarias señalan que los alimentos, el agua potable, los suministros médicos, refugios provisionales como tiendas de campaña o litros de combustible permanecen intactos fuera de las fronteras gazatíes o, en algunos casos dentro de almacenes en la propia Franja. "La inanición de civiles como método de guerra es un crimen de guerra", añade el comunicado. Las organizaciones exigen un alto el fuego inmediato, la apertura de todos los pasos fronterizos terrestres y la libre circulación de la ayuda humanitaria en el marco del anterior mecanismo dirigido por Naciones Unidas.
La declaración se produce exactamente dos meses después de que la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos e Israel, se hiciera cargo de las operaciones de entrega de ayuda. Desde mayo, las fuerzas israelíes han matado a más de 1.000 palestinos que intentaban acceder a los suministros humanitarios mientras hacían cola para recibir ayuda en torno a los puestos de la GHF, según informó el martes la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
En enero, Israel prohibió a la principal organización de la ONU, UNRWA, la entrega de ayuda, acusando a Hamás de saquear la ayuda y tener infiltrados en la organización sin aportar pruebas. El director del hospital Al Shifa anunció el martes que 21 niños murieron en 72 horas por desnutrición e inanición.
En su intervención en una reunión del Consejo de Seguridad celebrada el martes, el secretario general de la ONU, António Guterres, describió la situación en Gaza como un "espectáculo de horror, con un nivel de muerte y destrucción sin parangón en los últimos tiempos." Guterres añadió que estaba consternado por el hecho de que las instalaciones de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluido su almacén principal, fueran atacadas en Deir Al Balah durante el fin de semana. "Estas instalaciones son inviolables. Y deben ser protegidas por el Derecho internacional humanitario sin excepción", declaró Guterres.
El Gobierno de Estados Unidos asegura que quiere acelerar las negociaciones para un alto el fuego
A finales de esta semana, el enviado de EE.UU. para Oriente Próximo, Steve Witkoff, viajará a Europa para tratar diversos asuntos, entre ellos Gaza y el intento de lograr un alto el fuego. Witkoff también tiene previsto visitar Oriente Próximo para negociar sobre esto último y tratar de establecer un "corredor humanitario" en la franja asediada, según ha declarado Tammy Bruce, portavoz gubernamental.
Israel se enfrenta cada vez más a la presión de la comunidad internacional mientras la situación humanitaria en Gaza sigue deteriorándose drásticamente. La ofensiva militar israelí ha cumplido ya casi 21 meses y ha dejado una destrucción generalizada y una grave escasez de alimentos, ayuda y servicios básicos.