El juez Santiago Pedraz ha abierto diligencias por un presunto delito de odio en las protestas propalestinas contra el equipo Israel-Premier Tech en La Vuelta. La investigación coincide con el anuncio de un despliegue extraordinario de 1.500 agentes en Madrid para blindar la capital el domingo.
El juez Santiago Pedraz, de la Audiencia Nacional, ha abierto diligencias por un presunto delito de odio a raíz de las protestas propalestinas en la Vuelta a España contra el equipo ciclista Israel-Premier Tech. La decisión llega tras varios días de incidentes que interrumpieron la carrera y pusieron en peligro a los ciclistas.
La denuncia fue presentada hace unos días por la asociación Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM), que la ha ampliado en varias ocasiones. La entidad no solo señala un posible delito de odio, sino también desórdenes públicos, lesiones y riesgos contra la seguridad vial vinculados a las manifestaciones.
Los ciclistas quieren continuar
Los deportistas que participan en la Vuelta decidieron el martes seguir compitiendo, aunque no descartan abandonar si las protestas propalestinas vuelven a poner en peligro su seguridad.
La 17ª etapa del miércoles concluyó sin incidentes graves después de que las autoridades restringieran el acceso al puerto donde se ubicaba la meta. Se vieron un par de banderas palestinas, pero no se registraron intentos de interrumpir la carrera.
La asociación internacional de ciclistas explicó que la votación del martes fue solicitada por los propios ciclistas y contó con representantes de los 23 equipos presentes en la ronda. La mayoría optó por continuar, y quienes votaron en contra aceptaron la decisión.
La consulta se produjo un día después de que los organizadores se vieran obligados a acortar una etapa por las protestas que reclaman la exclusión del equipo israelí. Fue la segunda vez que una jornada se redujo por este motivo.
Tensión hasta Madrid
Los organizadores no descartan volver a acortar etapas para garantizar la seguridad de los ciclistas. La 17ª jornada, de 143 kilómetros, se completó sin sobresaltos gracias a que se limitó la presencia de público en la subida final.
Este jueves se disputa la contrarreloj individual en Valladolid, una cita que podría volver a plantear problemas de seguridad. La Vuelta concluirá el domingo en Madrid, donde ya se preparan para el peor escenario. Según han adelantado varios medios locales, la Comunidad de Madrid pretende blindar la capital con un despliegue "extraordinario" de 1.500 agentes el domingo.