Los arqueólogos greco y turcochipriotas dejan a un lado sus diferencias para localizar a los desaparecidos tras la invasión del Ejército de Turquía en el norte de la isla.
El pequeño pueblo de Galatea, situado en la provincia de Famagusta del Chipre del norte no reconocido y ocupado por el Ejército turco, fue el centro operativo de la Administración turcochipriota tras 1963.
Rebautizado por los invasores como Mehmetçi, Galatea fue reocupada brevemente en 1974 por civiles grecochipriotas de los pueblos de los alrededores que, tras ser asesinados por los turcos, fueron enterrados en el pantano situado al oeste del pueblo. En los meses de lluvia, este embalse adquiere las dimensiones de un lago (cuenta con una superficie de 58,50 hectáreas), pero en el verano de 1974 se había evaporado por las altas temperaturas de forma natural, así como por el consumo de agua.
Según los testimonios, Galatea se convirtió entonces en un campo de prisioneros de guerra: los soldados turcos y los civiles turcochipriotas transportaban allí a los hombres de los pueblos cercanos. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) tiene conocimiento de que aún hay ocho personas desaparecidas en las zonas de Yialousa, Komi y Eptakomi, pero no hay información específica sobre sus lugares de enterramiento. Se especula que algunos de ellos también pueden estar en torno al lago.
También hay dos bajas de turcochipriotas en la zona, pero no están en la lista oficial del CICR para ser investigadas ya que fueron ejecutadas por la TMT, los paramilitares de la Organización de Resistencia Turca. Existe la posibilidad de que también estén enterrados en algún lugar del lago. Todos los perdidos en Karpas son civiles, y algunos desaparecieron tiempo después de los sucesos del 74.
El equipo de la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas de Chipre (ICMP) está actualmente buscando a una persona de Yalousa, cuya desaparición se fecha el 3 de octubre de 1974. Tras hablar con los turcochipriotas en la zona, no se ha determinado si sus restos se encuentran en el lago o en otro emplazamiento. Además de en Galatea, un segundo equipo está trabajando actualmente en la zona de Karpasia, en Eptakomi, y los arqueólogos esperan localizar los restos de un desaparecido del pueblo, que estarían enterrados en un pozo.
En la zona del lago, se han excavado dos fosas comunes en 2006 y 2015 donde se encontraron e identificaron huesos de grecochipriotas. En base a esto y a la información recabada, desde entonces se han realizado al menos cinco excavaciones más sin hallazgos, siendo la última iniciada hace unos días por los grupos bicomunales del CICR.
El equipo de arqueólogos del CICR está compuesto por Ali Gulluoglu, Cinar Ilaral, Guliz Buruncuk, Thekla Kallis y Dimitris Minasidis y el conductor de la excavadora Ergin Taranci. Nos acompaña Haralambos Siafkou, que trabaja en el ICMP desde 2009. Siafkou explicó que en las tumbas colectivas de 2006 y 2015 se identificaron huesos correspondientes a un total de 18 individuos. La información dice que hay hasta ocho desaparecidos más en la zona, pero la excavación que hemos visitado hoy corresponde, presuntamente, al desaparecido de Yalousa.
"Todos los desaparecidos que buscamos aquí eran civiles. Sabemos que fueron secuestrados en sus pueblos y que este es el lugar de enterramiento", explica Siafkou. "El lago en el verano del 74 estaba vacío, por supuesto, debido al clima. El informante nos dijo que los perpetradores trajeron una máquina y procedieron al entierro. También excavamos en un lugar adyacente los días anteriores pero no se encontró nada. Allí hay una pequeña casa de 1974 y es algo así como un punto de referencia", añade.
La zona no ha sufrido ningún desarrollo constructivo debido a la morfología del lago y esto, por un lado, es positivo porque es una zona virgen pero, por otro, es enorme y las excavaciones deben orientarse en función de lo que ya se excavó en 2006 y 2015.
El equipo también tiene que tener en cuenta las condiciones climáticas, ya que en los meses de invierno el lago se llena por las lluvias invernales. "Diré lo que decimos siempre, que hasta la información más pequeña es importante. Trabajamos con la información y los mapas y otras herramientas a nuestra disposición, pero todo lo que nos llega es importante", explica este experto.
Ali Gulluoglu también trabaja en el ICMP desde 2009. Explica que hubo una excavación en un punto concreto del lago, cerca de la casa, pero lamentablemente sin resultados. Ahora se ha decidido excavar un segundo punto: "Estamos intentando completar la excavación de toda la zona para asegurarnos de que no queda nada. Sabemos, por la información que tenemos, que hay más desaparecidos en la zona y por eso continuamos", afirma.
Gulluoglu explica que la excavación trata de acelerarse antes de que regrese la temporada de lluvia, pero que tienen suerte en un aspecto: la zona no ha cambiado mucho desde 1974. También, como su compañero, hace un llamamiento a la información: "Quiero pedirle a los chipriotas que nos den más información. Si han oído algo que no tengan miedo, que vengan a nuestras oficinas, que nos llamen. Den más información para que podamos encontrar al resto de nuestros desaparecidos".