Su captura supone la segunda detención de un ucraniano sospechoso de estar implicado en el sabotaje de los gasoductos bajo el mar Báltico. Se trata de la segunda detención de un ucraniano sospechoso de participar en el sabotaje de oleoductos.
Un ucraniano sospechoso de estar implicado en las explosiones submarinas que dañaron los gasoductos Nord Stream entre Rusia y Alemania en 2022 fue detenido en Polonia, informó el martes un portavoz de la Fiscalía de Distrito de Varsovia. Volodímir Z. fue detenido por agentes de policía en la ciudad central de Pruszków, según la emisora de radio polaca 'RMF FM', que informó primero de su arresto.
Ha sido trasladado a la Fiscalía de Varsovia. El hombre, cuyo nombre completo no se ha revelado debido a las normas de privacidad, fue detenido en virtud de una orden de detención europea emitida por las autoridades alemanas.
Se trata de la segunda detención de un ucraniano sospechoso de participar en el sabotaje de oleoductos bajo el mar Báltico. La Fiscalía alemana confirmó el mes pasado que un hombre identificado únicamente como Serhii K. había sido detenido en Italia.
En un comunicado, la Fiscalía alemana confirmó dicha detención, afirmando que el "acusado era presuntamente uno de los coordinadores de la operación". Las explosiones del 26 de septiembre de 2022 dañaron los gasoductos, construidos para transportar gas natural ruso a Alemania.
Los daños se sumaron a las tensiones provocadas por la guerra en Ucrania, mientras los países europeos se esforzaban por desvincularse de las fuentes de energía rusas tras la invasión a gran escala de su vecino por parte del Kremlin.
Las explosiones rompieron el gasoducto Nord Stream 1, que era la principal ruta de suministro de gas natural ruso a Alemania hasta que Moscú cortó el suministro a finales de agosto de 2022.
También dañaron el gasoducto Nord Stream 2, que nunca llegó a entrar en servicio porque Alemania suspendió su proceso de certificación poco antes de que Rusia invadiera Ucrania en febrero de ese año. Rusia acusó a Estados Unidos de organizar las explosiones, acusación que Washington niega.
Los gasoductos fueron durante mucho tiempo blanco de las críticas de Estados Unidos y algunos de sus aliados, que advirtieron de que suponían un riesgo para la seguridad energética de Europa al aumentar la dependencia del gas ruso.
En 2023, los medios de comunicación alemanes informaron de que un grupo proucraniano estaba implicado en el sabotaje. Ucrania rechazó las sugerencias de que podría haber ordenado el ataque y los funcionarios alemanes se mostraron cautelosos ante la acusación.