El Ejército israelí interceptó una nueva flotilla con destino a Gaza, pocos días después de la detención de activistas como Ada Colau y Greta Thunberg en otra embarcación, hecho que provocó protestas en Europa.
El Ejército israelí interceptó el miércoles una nueva flotilla que navegaba con destino a Gaza, días después de que la detención de cientos de activistas que viajaban en otra flotilla, algunos de ellos de alto nivel, desatara grandes protestas en Europa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí confirmó que al menos 145 activistas fueron llevados a tierra para ser procesados y se espera que sean deportados en breve. Entre ellos había médicos, políticos y tres legisladores turcos.
"Otro intento inútil de romper el bloqueo naval legal y entrar en una zona de combate terminó en nada", escribió el Ministerio de Exteriores en X. La Coalición de la Flotilla de la Libertad, formada por nueve barcos, dijo que "no supone ninguna amenaza" y que "el Ejército israelí no tiene jurisdicción legal sobre aguas internacionales".
"Tres barcos (Gaza Sunbirds, Alaa al Najjar y Anas al Sharif) han sido atacados e interceptados ilegalmente por el Ejército israelí" el miércoles por la mañana, a unos 220 km de la costa de Gaza, publicaron los organizadores en X.
Según el grupo, los barcos fueron interceptados a unas 120 millas náuticas de la costa de Gaza. En las imágenes de las interceptaciones, los barcos de la flotilla son abordados por naves rápidas y después por tropas israelíes. No hubo heridos.
450 activistas fueron detenidos
La Coalición de la Flotilla de la Libertad es una red de grupos propalestinos cuyo objetivo es poner fin al bloqueo israelí de la ayuda a Gaza. La interceptación de esta flotilla se produce después de que Israel interceptara la Flotilla Global Sumud, lo que desencadenó protestas generalizadas en varios países europeos y una huelga general en Italia.
Al menos 450 activistas fueron detenidos, entre ellos la defensora del clima Greta Thunberg. Israel declaró que había ofrecido a todos los activistas la deportación voluntaria. Los que se nieguen se someterán a un proceso legal de deportación.
Varios activistas han denunciado haber sufrido malos tratos, una afirmación que Israel ha calificado de "mentira descarada".