Por primera vez en más de cuatro décadas, los cielos de Madrid verán un cambio histórico en el desfile de la Fiesta Nacional, Día de la Hispanidad. Los legendarios C-101 Aviojet de la Patrulla Águila ceden su testigo a los modernos Pilatus PC-21 de la Formación Mirlo, marcando el fin de una era.
El próximo domingo 12 de octubre, Madrid vivirá una nueva edición del tradicional desfile militar que corona el Día de la Hispanidad. Este año, la cita llega con una novedad histórica: la sustitución de la Patrulla Águila por la Formación Mirlo tras más de cuarenta años surcando los cielos de la capital durante la Fiesta Nacional.
Según ha señalado el Ministerio de Defensa, un total de 3.847 efectivos participarán en la cita. Los madrileños podrán disfrutar de una gran exhibición de medios terrestres y aéreos: más de un centenar de vehículos, 74 aeronaves y 229 caballos. El recorrido se desarrollará, como es tradición, por el Paseo de la Castellana, y la tribuna de autoridades volverá a estar situada frente a la Fuente de Neptuno. Desde allí, los Reyes de España y la Princesa Leonor presidirán el acto institucional.
La Patrulla Águila nació en 1985 con una misión clara: representar el espíritu y la profesionalidad del Ejército del Aire. Durante cuatro décadas, sus característicos CASA C-101 Aviojet —apodados cariñosamente 'Culopollo' por su peculiar cola alta, o 'Escupefuegos' por las llamas que surgían de su escape— se convirtieron en un símbolo nacional. Sus formaciones de siete aviones, trazando piruetas con precisión milimétrica y dibujando la bandera española con humo de colores, dejaban boquiabiertos a millones de espectadores en España y el extranjero.
Sin embargo, la antigüedad de la flota, con algunos aviones rozando los 40 años de servicio, hacía cada vez más difícil y costoso su mantenimiento. El pasado mes de junio, en el festival Aire 25, la Patrulla Águila realizó su última exhibición oficial, cerrando un capítulo glorioso de la aeronáutica militar española.
Nace la Formación Mirlo: tradición y modernidad
La Formación Mirlo toma el relevo con una flota de modernos Pilatus PC-21, aviones de fabricación suiza que representan un salto cualitativo sin precedentes en la formación de pilotos militares. A diferencia de la Patrulla Águila, no es una patrulla acrobática permanente, sino una formación específica compuesta por instructores experimentados de la Academia General del Aire y del Espacio, con base en San Javier (Murcia).
El nombre Mirlo no es casual. Es un homenaje al avión E.3 Mirlo, símbolo de la instrucción aeronáutica española durante la posguerra. Recuperar esta denominación une tradición y modernidad, subrayando que, aunque la tecnología cambia, la esencia de la formación de los aviadores españoles permanece.
Este domingo, cinco de estos nuevos aviones despegarán de la base de San Javier —donde la Princesa Leonor se encuentra finalizando su instrucción— y se desplazarán a Madrid. Será la primera vez que los humos de la bandera nacional no sean trazados por los míticos Aviojet, sino por la tecnología suiza que forma a los futuros aviadores del Ejército del Aire. Para este estreno de alto nivel, se han seleccionado pilotos con "mucha experiencia en este tipo de pasadas", según ha indicado el Ministerio de Defensa.
Pilatus PC-21: revolución tecnológica en el aire
El Pilatus PC-21 no es una simple evolución del C-101; es una revolución. Se trata de una aeronave turbohélice de última generación que, paradójicamente, gracias a su aviónica y sistemas avanzados, ofrece un entorno de entrenamiento más cercano al de un avión de combate moderno que el propio reactor Aviojet.
Entre sus características técnicas destacan:
- Motorización y prestaciones: El PC-21 está equipado con un motor turbohélice de 1.600 caballos de potencia. Alcanza una velocidad máxima próxima a 685 km/h y opera a altitudes superiores a los 7.000 metros. A pesar de su potencia, el consumo de combustible es significativamente menor que el de un reactor.
- Cabina y aviónica digital: Cuenta con una cabina de cristal totalmente digital, con configuración en tándem y pantallas multifunción que reproducen los sistemas habituales en aviones de combate de quinta generación. Esta interfaz electrónica avanzada facilita la transición de los alumnos desde el entorno de instrucción al de aeronaves más complejas.
- Capacidades de entrenamiento: El PC-21 integra sistemas de simulación a bordo que permiten recrear entornos de combate actuales, preparando a los pilotos para las exigencias de la aviación militar moderna. Su capacidad de maniobra excepcional y su estructura diseñada para minimizar riesgos garantizan la máxima protección durante todas las fases de la instrucción.
Ficha técnica del Pilatus PC-21
- Designación del fabricante: PC-21.
- Misión: Entrenamiento avanzado.
- Fabricante / País: Pilatus Aircraft /Suiza.
- Primer Vuelo: 2002.
- Tripulación: 2 pilotos.
- Dimensiones / Especificaciones: Peso vacío 2.270 Kg. / Peso Cargado 3.100 Kg / Peso Máximo al despegue 4.250 Kg. / Envergadura 9,11 m. / Longitud 11,22 m. / Altura 3,75 m.
- Velocidad: 685 Km/h.
- Techo máximo: 11.580 m.
- Autonomía: 1.333 Km.
- Motores: 1 turbohélice Pratt & Whitney Canadá PT6A-68B.
- Empuje: 1.600 CV.
Comparación entre el nuevo Pilatus PC-21 y el C-101 Aviojet
Ventajas del C-101 Aviojet:
- Mayor autonomía (4.000 km vs 1.333 km)
- Mayor velocidad máxima y de crucero
- Techo de vuelo superior
- Propulsión a reacción similar a cazas modernos
Ventajas del Pilatus PC-21:
- Menor peso (más ligero en 810 kg en vacío)
- Aviónica digital de última generación
- Cabina de cristal con pantallas multifunción
- Menor consumo de combustible
- Costes operativos significativamente más bajos
- Sistemas de simulación integrados
- Tecnología comparable a aviones de quinta generación
- Mayor seguridad en todas las fases de instrucción
Aunque el C-101 tiene ventajas en autonomía y velocidad máxima, el PC-21 representa un salto generacional en tecnología de entrenamiento. Su aviónica avanzada, menor coste operativo y capacidad para simular entornos de combate modernos lo convierten en una plataforma superior para la formación de pilotos del siglo XXI, preparándolos mejor para la transición a aviones de combate de quinta generación.
Con este cambio, el Ejército del Aire y del Espacio no solo renueva su flota de entrenamiento, sino que mantiene viva la capacidad de exhibición y representación que durante tanto tiempo encarnó la Patrulla Águila.