El presidente estadounidense ha vuelto a criticar la excepción hispana sobre el gasto militar del 5%, minutos antes de reunirse con su homólogo ucraniano para despejar la incógnita sobre la posible entrega de los misiles Tomahawk de largo alcance a Ucrania.
Donald Trump ha vuelto a hacer alusión al pacto que el Gobierno de España firmó con la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la OTAN, para mantener su inversión militar por debajo del aumento del 5% impulsado por el republicano y pactado por el resto de socios.
"España no ha sido leal con la OTAN. Creo que habría que castigarles, pero eso es cosa de la OTAN", ha dicho Trump, quien sin embargo ha admitido lo siguiente: "No pueden ser expulsados".
El presidente estadounidense ha realizado estas declaraciones durante la rueda de prensa previa a su reunión presencial con Volodímir Zelenski. El presidente ucraniano acude a la Casa Blanca con la intención, entre otros asuntos, de reclamar armas de largo alcance -los misiles conocidos como Tomahawks- para su país, en guerra con Rusia desde hace dos años.
Sin embargo, Trump se ha mostrado reticente al respecto. "Los Tomahawks son armas muy peligrosas, si te gusta la guerra es una de las armas más precisas. Pueden suponer una escalada mayor; pueden pasar cosas malas. No queremos dárselos a cualquiera".
"Con suerte podremos terminar la guerra sin hablar de Tomahawks", ha llegado a afirmar Trump, reforzando la impresión de que no tiene la intención de entregarle estas armas a Ucrania. Altos cargos del Kremlin han asegurado públicamente que, de hacerlo, supondría una línea roja para Rusia y un acto equiparable a la entrega de armas nucleares. El alcance de los Tomahawks supondría que Ucrania tendría en sus manos alcanzar ciudades tan lejanas como Murmansk, localizada en la costa ártica.
El líder estadounidense ha hecho estas afirmaciones pocos días después de hablar con Vladímir Putin por teléfono y de concertar una reunión presencial entre ambos en la ciudad de Budapest, Hungría, donde gobierna el ultraderechista y populista Viktor Orbán. "Budapest es el único lugar adecuado en Europa para una cumbre de paz entre Estados Unidos y Rusia", ha escrito Orbán en una publicación en X.