El Gobierno de Pedro Sánchez defenderá en Bruselas que adelantar y atrasar los relojes dos veces al año ya no genera ahorro energético y provoca efectos negativos sobre la salud, pese a que la propuesta lleva años bloqueada por falta de consenso entre los Estados miembros.
España aprovechará la próxima reunión del Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía de la Unión Europea para plantear el fin del cambio estacional de hora, una práctica que, según el presidente Pedro Sánchez, "ya no tiene sentido".
El líder socialista ha defendido públicamente que cambiar los relojes dos veces al año "apenas ayuda a ahorrar energía y tiene un impacto negativo en la salud y en la vida de la gente", por lo que pedirá al Consejo de Energía "que se ponga en marcha el mecanismo de revisión competente".
El Ejecutivo basa su estrategia en el respaldo ciudadano y en la evidencia científica. En encuestas recientes, alrededor del 66% de los españoles se muestra contrario a mantener el cambio horario, una opinión mayoritaria también entre los europeos.
La Comisión Europea ya impulsó en 2018 una consulta en la que participaron 4,6 millones de personas, con un 84% a favor de eliminarlo; y el Parlamento Europeo aprobó en 2019 la propuesta, pero su aplicación quedó paralizada, en parte, debido a la ausencia de consenso entre los países respecto a si adoptar el horario de invierno o el de verano.
Sánchez aún no se ha posicionado, aunque diversos informes nacionales recomendaban anteriormente mantener el horario de invierno, más acorde con el ciclo solar. No obstante, cualquier propuesta debería ser coordinada con Francia y Portugal para evitar desajustes peninsulares.
Una decisión pendiente desde 2019
El calendario actual de cambios de hora en la UE concluye en 2026, lo que ofrece una nueva ventana de negociación. España insistirá en que los Estados miembros deben actualizar sus políticas, dejando atrás una medida implementada en 1980 por motivos energético-comerciales que, según el Ejecutivo, han perdido vigencia ante el avance tecnológico y las nuevas dinámicas sociales.
El Gobierno español se presenta con esta iniciativa como defensor de una "política útil" que, según dijo Sánchez en un vídeo compartido a través de las redes sociales, es aquella capaz de resolver asuntos cotidianos que afectan directamente al bienestar. "La política debe escuchar a los ciudadanos y también a la ciencia", subrayó Sánchez, con un mensaje destinado a aglutinar apoyos entre los países más escépticos.
A partir del próximo Consejo de Energía, será la Comisión Europea la que evalúe reabrir el expediente. Si prospera, los ciudadanos europeos podrían vivir, por primera vez, en casi medio siglo, sin tener que cambiar sus relojes dos veces al año.